Delfina Gómez Álvarez no quiere participar, pero lo hará, en los dos debates pactados rumbo a las elecciones del
Estado de México.
Sabe que tiene más que perder que ganar.
No tiene argumentos para enfrentar a Alejandra del Moral Vela, además de que padece el síndrome López Obrador. Sí, aquel de 2006 cuando no quiso acudir a los debates en la campaña presidencial porque, decía, iba arriba en las preferencias y ahí cavó su tumba.
Además, el diezmo que cobró en Texcoco cuando fue presidenta municipal a cuando menos 550 trabajadores de 2013 a 2015 para entregarlo a Andrés Manuel para su entonces incipiente partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) le va a pegar si la priista sabe utilizarle.
Por ese financiamiento paralelo e ilegal hay una sentencia del Tribunal Electora del Poder Judicial de la Federación (Trife, para más fácil) y una sanción por más de 4.5 millones de pesos.
El primero de los dos debates será la próxima semana, el jueves 20 de abril el segundo está agendado para el 18 de mayo, también jueves a las 20:00 horas y ahí podría comenzar a reducirse la distancia, además de que en la mayoría de las encuestas, que dicen lo que quien las paga desea escuchar, aparece un grupo de indecisos, esos que no contestan, que ronda el 20 por ciento.
La elección del 4 de junio en suelo mexiquense no será tan fácil como creen en Morena.
Basta recordar la paliza que sufrió en 2021 ante la coalición Va por el Estado de México, integrada por PRI, PAN y PRD, misma que impulsa ahora a Del Moral Vela, que recuperó municipios claves como Tlalnepantla, Naucalpan, Atizapán de Zaragoza y Cuautitlán Izcalli, en el llamado Corredor Azul por haberlo ganado el PAN a principios de los dos mil. Huixquilucan quedó en manos del PAN, como ha sido desde hace tres trienios.
En la zona centro, Metepec, San Mateo Atenco, Zinacantepec y Lerma y la capital Toluca volvieron a manos del PRI, que comandó la coalición.
La candidata priista está mejor preparada y tiene más terreno recorrido y por eso Delfina teme debatir.
¡VIVA LA MAÑANERA!
Andrés Manuel López Obrador no quiere desaparecer su conferencia matutina diaria en Palacio Nacional, pese a que hay un hartazgo generalizado de los mexicanos.
Ayer dijo lo que el mundo entero ha oído desde Palacio Nacional por más de cuatro años: que los conservadores, los neoliberales, sus adversarios son intolerantes, porque quieren hablar nada más ellos.
Y asegura que no desaparecerán, porque es el derecho del pueblo a estar informado. Lo que no dice es que en realidad son actos de campaña que se transmiten por todos los medios conocidos y por conocer.
CONCIERTO Y VOTOS
Al pueblo pan (Morena) y circo.
Rosalía, la llamada Motomami, en concierto en el Zócalo y de a grapa.
Y Claudia Sheinbaum que insiste en hacerse la graciosa en las diversas redes. Ayer, en Tik Tok, dio a conocer que la cantante estará el 28 de abril en la plancha de concreto.
Vámonos: Declara Joe Biden el fin de la emergencia por Covid, que comenzó el 13 de marzo de 2020. Aquí, Andrés Manuel jamás lo hizo.
Es más ni siquiera recomendaba el uso del cubrebocas.
amontoya@ova.com.mx @albermontmex