Tres semanas faltan para la cita en las urnas el 6 de junio y el panorama se ha modificado.
Del inminente carro completo, Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha pasado a ni figurar en diversas zonas del país.
La pregunta era hace dos meses cuántas gubernaturas, diputaciones y congresos estatales ganaría el partido de Andrés Manuel López Obrador.
Hoy la pregunta es cuántas perderán.
La baja en la popularidad de Andrés Manuel, que todos los días se empeña en conseguirla con sus absurdas decisiones, y su discurso que no cambia, sumada a la inconformidad y hartazgo de quienes creyeron en su proyecto, así como el surgimiento de la alianza PAN-PRI-PRD llamada Va por México, tiene a Morena en plena caída.
Nuevo León es un caso tangible.
Su candidata, la saltimbanqui Clara Luz Flores, pasó de ser la puntera, la inalcanzable, a ser la tercera y hasta cuarta, según la encuesta que se lea.
El video que el candidato del PRI-PRD, Adrián de la Garza, dio a conocer en donde se observa a la candidata en ameno diálogo con Keith Raniere, líder de NXIUM, secta que reclutaba mujeres para violentarlas y explotarlas, la acabó.
Por si fuese poco, Víctor Fuentes, su candidato a la alcaldía de Monterrey, la capital del estado y la ciudad más importante de Nuevo León, renunció.
¿Por qué?
Porque los tratan como soldados, dijo en diversas entrevistas con los medios de comunicación conservadores.
Porque los maltratan y ningunean.
Flores negó siempre conocer al delincuente –se conocía de palabra el hecho – pero el video la acabó.
-Cometí un error al decir que no conocía el fundador de NXIVM. Enfrenté mal la situación y pido perdón. Mi error fue no aceptar públicamente ese momento de mi vida, dijo la fracasada candidata, en un intento desesperado por recuperarse.
Nuevo León es un infierno para Morena y así podría suceder en diversos estados y ciudades del país, donde creyó no sólo que ganaría, sino que arrasaría.
La mayoría calificada en la Cámara de Diputados, objetivo prioritario para el gobierno de López Obrador porque aún trae reformas en la agenda, prácticamente está perdida.
De no ocurrir una tragedia para la oposición, Morena no tendrá los 334 diputados que necesita, ni solo ni con rémoras.
Aliados, les llaman.
Y en las catorce gubernaturas restantes, el panorama tampoco es muy claro.
Nuevo León (Adrián de la Garza), Sonora (Ernesto Borrego Gándara), Sinaloa (Mario Zamora) y Campeche (Christian Castro, sobrino de Alejandro Moreno, gobernador con licencia y líder del PRI), lucen tricolores.
El PAN tiene Chihuahua con Maru Campos; Querétaro con Mauricio Kuri, y Baja California Sur con Francisco Pelayo.
Baja California, San Luis Potosí y Michoacán están perdidos.
Zacatecas, Tlaxcala, Colima y Guerrero, también.
No, no se ría.
El Canal 11, cultural históricamente, transmitirá por orden desde Palacio Nacional el beisbol de la Liga Mexicana.
Total, ¿para qué, si no es para cumplirse sus caprichos, se es presidente?
La transmisión de cualquier evento cuesta.
Y caro.
Andrés Manuel López Obrador continúa con sus decisiones sin sentido. Ocurrencias.
Por eso Morena está a la baja.
Vámonos: CDMX está a dos puntos del verde.
Ojalá.
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