TOLUCA, Méx.- Al cumplir 94 años de fundación, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) está de pie y trabajando, transformándose y escuchando a la ciudadanía, mientras que los que prometen un cambio tienen atrás una larga historia de corrupción.
El PRI es un partido creador de instituciones, que durante décadas ha luchado por hacer realidad los ideales de la Revolución Mexicana, el que ha construido el México moderno, un país de desarrollo, de paz social y de crecimiento económico.
Por el contrario, Morena busca destruir las instituciones y tiene entre sus filas a políticos que han sido denunciados y traen consigo una historia de corrupción en los puestos que han desempeñado en el Gobierno de la Cuarta Transformación.
Por ejemplo, señaló el Revolucionario Institucional, el coordinador de la campaña de Delfina Gómez, Horacio Duarte, presentó su renuncia como director general de Aduanas una vez que salió a la luz una amplia red de corrupción que opera en las garitas de Baja California, Chihuahua, Colima y Tamaulipas.
El hackeo por parte del grupo Guacamaya reveló denuncias de empresarios, de que el equipo de Duarte exigía el pago de sobornos para el paso de mercancías, tema que ha documentado la prensa nacional.
Mientras que en el caso de Delfina Gómez, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por más de 13 mil millones de pesos durante su gestión al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Además es de todos conocido que la “delincuente electoral” exigió el pago de diezmos a los trabajadores de Texcoco cuando fue presidenta municipal y por lo cual hubo sanciones.