SONORA, Méx.- En redes sociales se dio a conocer que el perrito que vendía cupcakes para pagar su tratamiento de quimioterapia murió.
Max, un perrito de raza Husky Siberiano, había sido abandonado en un criadero clandestino por estar enfermo, pero Yoselin Macías lo adoptó y prometió cuidarlo.
Sin embargo, su dueña detectó que Max tenía varias bolitas en todo su cuerpo que, al revisarlo el veterinario, se pudo determinar que padecía neoplasia, que es una rara condición que hace que sus ganglios linfáticos se inflamen y provoca que esas bolas se desplacen a través de la sangre.
El tratamiento era caro, pero eso Max y Yoselin salían todas las tardes a Plaza Zaragoza, en Hermosillo, para vender cupcakes costearlo y comprar, vitaminas y alimento especial, para salvar la vida del perrito.
Por desgracia, hoy Yoselin informó en su Facebook que Max no resistió la enfermedad y murió, pero que la consuela que el perrito pudo conocer el verdadero amor a lado de su familia.