CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Antonio González Orozco (Chihuahua, 10 de mayo de 1933), autor de murales emblemáticas como “Entrada Triunfal de Benito Juárez a la Ciudad de México”, pintado en 1967 en el Castillo de Chapultepec, y “La República Peregrina” que se localiza en el Centro Histórico de Parral, Chihuahua, recordó hoy al pintor José Luis Cuevas , quien falleció ayer en esta capital.
Desde su casa-estudio en el pueblo Tetelpan en la Alcaldía Álvaro Obregón en la Ciudad de México, el muralista mexicano de talla mundial compartió en exclusiva con Notimex el Réquiem que escribió hoy por José Luis Cuevas, en el que deja ver las diferencias que ambos tuvieron, producto de sus ideas culturales.
“Es de buena educación hablar bien de las personas en cuanto fallecen. Sin embargo, en ocasión del deceso de José Luis Cuevas, no podría hacerlo, ya que en realidad ni fue santo de mi devoción, ni tuvimos contacto alguno a no ser que consideremos sus agresivos libelos contra del maestro Diego Rivera”, inicia el texto de González Orozco.
“Aparte de ello, que con cierta dosis de tolerancia bien pudiésemos pasar por alto, porque nadie es perfecto, me queda el recuerdo indeleble de aquella mañana en la Rotonda de los Hombres Ilustres, a donde habíamos acudido al sepelio del recién fallecido pintor Diego Rivera”, añade el autor de murales y obras de caballete celebradas en diversos ámbitos.
El Réquiem destaca que “justo en el momento de mayor solemnidad, cuando lentamente varios compañeros conducían a hombros el féretro del gran hombre a la tumba, sorpresivamente y de la nada, brotó José Luis Cuevas. Y ante el azoro de todos, se puso al frente del cortejo simulando cargar el ataúd, sólo el tiempo preciso para que le tomaran la foto.