De las notas periodísticas sobre Naucalpan, además de la creciente inseguridad desatada en todo el municipio y la ineficacia de las autoridades por contenerla, también ha resaltado (en lo que va de éste gobierno Duranista-Morenista) la nota de que Naucalpan se ha vuelto en el basural de la zona metropolitana y la Ciudad de México.
No es casual que el día de ayer destacara la noticia de la volcadura de un tráiler con cerca de 30 toneladas de basura, provenientes de la Ciudad de México, en la avenida San Mateo, a la altura de Rincón Verde, el cual arrojó sobre la avenida los montones de basura que transportaba.
La imagen del tráiler volteado sobre su costado derecho, frente a Rincón <Verde, muestra la obstrucción que ocasionó en la única vía de comunicación de la cuenca de San Mateo y el colapso que provocó en la circulación de la zona.
La nota periodística nos hace recordar que todos los días llegan a Naucalpan al menos 200 toneladas de basura, provenientes de la Ciudad de México, para verterlas en el relleno de Tepatlaxco.
A 15 años de distancia, lo que se proyectó como un relleno sanitario de nueva generación, que cumpliría con todos los estándares para el manejo de los desechos sólidos, la separación de basura, el manejo de lixiviados (jugos tóxicos que contaminan el subsuelo y ríos de la zona) e, incluso, evolucionaría a la generación de energía eléctrica, con la conducción y aprovechamiento de los gases generados; hoy se ha convertido en un tiradero a cielo abierto, donde se acumulan miles de toneladas de basura, no sólo de Naucalpan, sino también la proveniente de Atizapán, Tlalnepantla y, últimamente, de la Ciudad de México.
Dicha contaminación, no sólo afecta a las comunidades colindantes al vertedero (Rincón Verde, Praderas de San Mateo, La Presa y El Tejocote), con la peste, la epidemia de moscas, ratas y cucarachas, la práctica de la pepena, así como el derrame de escurrimientos tóxicos negros; también, afecta a toda la región norte del municipio, principalmente en días soleados, donde la peste se expande hacia comunidades tan alejadas como Lomas Verdes, San Mateo Nopala, Colinas y Cumbres de San Mateo, México 68, La Mora, Ciudad Brisa, Paseos del Bosque y Tepatlaxco, lo que ha provocado el enojo de los vecinos por el hedor que invade toda la zona.
No obstante, la problemática en la región y las quejas cotidianas de los vecinos, desde hace dos meses, camiones de la Ciudad de México depositan alrededor de 200 toneladas diarias de basura en el relleno municipal, lo que se suma a las 800 toneladas de basura diarias generadas por Naucalpan y a las otras 500 toneladas provenientes de Atizapán y Tlalnepantla.
Debido a la oposición vecinal, de la zona colindante a las instalaciones del relleno, desde hace un mes las autoridades se comprometieron a que el acceso de los camiones, provenientes de la Ciudad de México, solo se permitiría durante la noche a partir de las 12:00 hrs. No obstante, la volcadura del tráiler, proveniente de la CDMX con 30 toneladas de basura, ocurrió alrededor de las 9:00 am.
De continuar esta situación, se prevé que la cantidad de basura que manda la Ciudad de México puede incrementarse hasta 500 toneladas diarias, que junto a las enviadas por los municipios vecinos sumarían hasta 1,000 toneladas diarias, lo que significa sumar 125% más de basura a la generada diariamente en Naucalpan.
Contrario al problema, la autoridad municipal está más interesada en las rentas percibidas, por enterrarle la basura a otros municipios y a la Ciudad de México, que, por procurar el saneamiento, el mantenimiento y la administración sustentable y sostenible del relleno sanitario.
Las únicas medidas implementadas por el gobierno municipal morenista, han sido paliativas y cosméticas, como la de localizar las fugas de lixiviados para taparlas, una leve limpieza en el sitio, cubrir los montículos de basura con tierra o tepetate y, ya echándole ganitas, prever la construcción de un muro de contención.
Lo anterior, solo evidencia la poca importancia del tema medioambiental, en la agenda municipal, y la carencia de planes y estrategias que hagan de Naucalpan un municipio sustentable en la reducción, reutilización, reciclaje y tratamiento de sus desechos sólidos; así como, la indolencia del gobierno municipal a los padecimientos que genera en la población, una mayor importación y acumulación de basura, en dicho relleno.
El hedor que se percibe actualmente en Naucalpan, no es sólo es el producido por la inseguridad y la violencia, cotidianas en el municipio; sino también, de los cientos de toneladas de basura que vienen a tirar otros municipios y la Ciudad de México.