La Junta Nacional de Seguridad del Transporte de EE.UU. (NTSB, por sus siglas en inglés), notificó que no encontraron evidencia alguna de fallo en los motores del helicóptero que acabó con la vida de nueve personas el 26 de enero, incluyendo a la figura de los Lakers de Los Ángeles, Kobe Bryant, así como su hija Gianna.
Mediante un comunicado de prensa, las autoridades reportaron que la aeronave descendió a una velocidad superior a 600 metros, instantes antes de impactarse en una ladera en Calabasas, California.
“Las secciones visibles de los motores no mostraron evidencia de ningún fallo interno no contenido o catastrófico”, se lee en el escrito.