México enfrenta un serio problema para cumplir con lo prometido y que, con 200 mil muertos, es, aparentemente, la única salvación ante la epidemia d Covid-19.
Al gobierno de Andrés Manuel López Obrador se le complicó el panorama a raíz del anuncio de Pfizer, que pospuso la entrega de un segundo lote de vacunas para concretar las dos que se requieren en quienes recibieron la primera.
Hasta ahora han llegado poco más de 750 mil dosis, de las que ayer se habían aplicado 675 mil.
Será hasta el 15 de febrero, o después, cuando éste llegue, según la promesa del laboratorio, que hizo la pausa, dice, para ampliar sus instalaciones en Bélgica y aumentar su producción para poder enfrentar la demanda a nivel mundial.
Las tres semanas que no se recibirán vacunas y el contagio de Covid de Andrés Manuel enredaron aún más el de por sí complicado panorama.
Ayer, Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Salud dijo que el Comité de Moléculas nuevas de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que no está integrada por trabajadores de ésta, sino por especialistas procedentes de otros organismos, ya dio un aval no oficial a la vacuna rusa Sputnik.
Sí, la que generosamente Vladimir Putin, mandatario de Rusia, ofreció enviar -mediante pago, por supuesto- a México para aplicar. Nomás 24 millones de frasquitos.
El pequeño detalle es que el biológico no tiene el aval ni de los países europeos ni de Canadá ni Estados Unidos.
Y aquí, Cofepris lo aprobará, sin duda, porque la orden salió desde Palacio Nacional.
Explica el subsecretario, para quien la Covid-19 era menos peligrosa que la influenza, que en su viaje a Argentina le prestaron el expediente, que no es un documento jurídicamente vinculante -o sea que no vale -para enseñárselo al comité de vacunas.
Eso sí, informalmente.
Y que sucedió el 14 de enero.
Y que emitió una recomendación favorable.
O sea, que la aprobó.
Insisto: informalmente.
Y que ahora será formal.
Human Vaccine, el laboratorio ruso, acordó con Birmex (Biológicos y Reactivos de México), empresa donde el Estado tiene participación, que sea ésta la que tramite ante la Cofepris la autorización.
Ah, y lo más importante: dice que sí existe un ensayo clínico de la fase 3 con 22 mil personas.
Y que aprobó.
Asegura que no entrará a México sin el aval de Cofepris.
… el aval está dado.
Prepárese para recibir su vacuna Sputnik.
Mientras, Pfizer será en dos o tres semanas, AstraZeneka ya envío otros 6 millones desde Argentina -hoy llegan- y Covax, iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mandará dos millones 725 mil dosis en breve. También CanSino esta en la lista. Moderna no, porque cuesta 32 dólares.
Encomiéndese a quien usted quiera, use cubrebocas, lávese las manos, no se toque los ojos, nariz o boca y eleve una oración para salir de su casa si es necesario.
¿Lo mejor (que tampoco le asegura estar a salvo)?
No salga.
Ridículo de Batres
Martí Batres Guadarrama nomás no da una.
Ayer se conoció que quiere eliminar el requisito de ser mexicano por nacimiento para ser diputado o senador.
Y que me lo batean.
Ricardo Monreal Avila -coordinador de los senadores de Morena y que tampoco se queda lejos con su plan para legislar en torno a las redes sociales “respetando la libertad de expresión”- dijo que tal proyecto, iniciativa o plan no tiene el respaldo de la bancada y ahí se murió.
Batres Guadarrama, quien ni se saluda con el zacatecano por aquello del berrinche cuando le quitaron la mesa directiva del Senado, tuiteó:
– Algunos medios difundieron hoy que presentamos una iniciativa para eliminar el requisito de ser mexicano por nacimiento para ser legislador. No es así. La iniciativa no se presentó. Hubo un proyecto pero se retiró. No hay ninguna iniciativa así turnada a comisiones.
Y he aquí una pregunta:
-¿Pensaba Batres, en sus viajes astrales, traer políticos cubanos o venezolanos para ser legisladores en México, después de un proceso de naturalización u qué?
Ya de ocurrencias.
Basta recordar la del tupper y la austeridá republicana.
Es de familia, genético.
Valentina Batres Guadarrama, hermana de Martí Batres -son todo un clan, con Vietnika y Lenia- diputada en la CDMX igualmente por Morena, no conoce la vergüenza.
Primero hizo el ridículo cuando proponía que los inquilinos, los que rentan una vivienda, podían quedarse en el inmueble aunque no pagaran y el partido la bateó por la presión mediática.
Luego hizo trampa con su foto fija en una sesión virtual del Congreso, mientras se escapaba.
Dijo que fue una falla técnica.
Vámonos: CFE será la que controle la producción de energía, totalmente. Echarán abajo contratos y las empresas que hoy se abastecen con su energía propia serán limitadas.
Así el avance y la transformación.
albermontmex@yahoo.es @albermontmex