El Barrancas estaba frente al Pelos, un hijo de la pelona, la llorona que andaba mal informando a su jefecita, no se valía el móndrigo circulaba la voz que era igual que los demás, como iba a ser el Barrancas, el pedigrí solo unos cuantos, confundían que se juntara por la broza, pero sus lecturas y su taller de tensigridad, sus viajes a lugares sagrados, del conocimiento oculto de los antiguos, era algo que no podían comprender los suatos borricos.
El Barrancas desde chavillo se salía al quicio de sus cantón, para cazar poder con los ocasos, lo atardeceres eran todo un caudal de energía que lo revitalizaba, seguía las enseñanza de don Juan Matus, brujo y sabio del otro conocimiento, oculto.
Ya lo había percibido desde chavo, era una sensación que le daba la calma de los atardeceres, pensaba que el universo era magnificente, contra la crudeza de los residuos industriales que circulaban por el río muerto de su casa, que lo bajoneaban, pero salía ver el espectáculo de la vida el rojo anaranjado y luego el negro de la noche con el cielo estrellado era obra de un creador de no tenía limites.
El espectáculo llevada a su mente el Barrancas a otro umbral y después de cazar el poder se echaban su taco de ojo con la Lupe y su suertudo novio, bueno la Guadalupe era la morra más hermosa del barrio y vivía enfrente de su casa, morena de ojazos pierna de maratonista, sonrisa traviesa labios carnosos y un trasero que te volvía loquito, se sublimaba el Barrancas con el ángel que vivía enfrente pero después de un pasaje voyerista se iba a caminar hasta la ciudad amurallada, al monolito la pirámide de Tenayucan de donde los efluvios de la grandeza de los que vivieron en el pasado lo hacían sentir único en el universo.
El Barrancas le soltó al Pelos, no sé qué me pasa que puras mulas veo, puro desecho de la vida, cerebros destruidos, el Pelos se quedó de a seis, pero llego el Ringo –Qué Paso Barrancas que te traes— Pues cuídate Ringo de las rémoras que luego se acercan, porque puro traidor, cuídate la espalda porque ese bato es un culo pronto, y dile que se salga para romperle su madre, aahahaha cálmate Barrancas orales que se deje venir culito pronto, ayayay sacaba lumbre por ojos el Barrancas.
El aludido se hizo olas y el Ringo para calmar al Juan le paso un envoltorio, órale ahí te llego tu medicina para las reumas ya no vengas enchilado de broncudo que aquí reina la paz, bueno nomas porque tengo que llevar el remedio para mi jefecita que si no gachas su calaca y se retiró ya más tranquilo….
El Barrancas se subió al Rambler, vámonos preciosa, que la noche es larga y es de los amantes, y ya forjaba un cigarrillo en hoja de maíz y aguantaba un tren de humo, ¡ayay órale cálmate Jaime Sabines le respondió la Josefa, quien ya se había sorbido las Viña Real de Durazno sí que traía sed.
Necesitamos más parque y se arrancó a la avenida donde cuando menos se lo esperaban había una fila como un operativo policiaco, como si buscaran al Chapito, pero lo que estaba instalado era el chupi metro y ya se echaba la Josefa de reserva, cuando del altoparlante le requería: ese Rambler acercase para acá, pero esa es otra historia…