CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- El próximo lunes, se pondrá en marcha la Clínica de Lactancia en el Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”, para fortalecer esta práctica en los primeros meses del nacimiento del bebé.
La apertura se realizará en el marco de la 31 Reunión Anual que se llevará a cabo en el Instituto, en beneficio de sus pacientes y las madres trabajadoras, en este año con el lema “La Familia: Eje de la Atención Perinatal”.
Desde hace 30 años, este Instituto cuenta con un Banco de Leche Humana (BLH) y es uno de los 17 que funcionan en México. Ahí se conserva leche mixta, es decir: la homóloga, que proporciona la madre a su propio hijo y heteróloga, que proviene de una mujer cuya leche se somete a un proceso de pasteurización.
Esta leche materna se ofrece a aquellos bebés que enfrentan una situación crítica, ya sea por nacimiento prematuro o por problemas de salud.
La jefa del Departamento de Alojamiento Conjunto del INPer, Irma Alejandra Coronado Zarco, describió los tipos de programas que ofrecen para apoyar y orientar a las mujeres que en algún momento van a lactar.
Uno de ellos es el curso de capacitación previo al nacimiento, en el que se destacan la información con relación a la lactancia, los cambios que sufrirá el cuerpo y las técnicas para amamantar, con el fin de que la mujer embarazada esté lo mejor preparada ante el nacimiento de su hijo.
Como parte del Programa Integral del Embarazo del INPer, los especialistas del Servicio de Educación Continua ofrecen dos veces al mes información sobre la lactancia previa al parto, que incluyen: mitos y realidades; métodos de extracción y conservación de la leche materna, así como lactancia materna exitosa.
También durante el alta y pre alta hospitalaria, las maestras en lactancia brindan asesoramiento a las mamás.
La lactancia materna promueve el desarrollo físico y mental de los niños, debido a que contiene todos los elementos nutricionales e inmunológicos para un crecimiento adecuado y evitar enfermedades como la obesidad.
En el caso de las mujeres que amamantan, reduce el riesgo de cáncer de mama y cérvico uterino.