La ciudad de Nueva York está tomando medidas para proteger a la comunidad migrante, siguiendo las directrices de su alcalde Eric Adams, ante la llegada a la presidencia del republicano Donald Trump, que prometió arrestos y deportaciones masivas, lo que mantienen en vilo a esta comunidad y a sus defensores.
De acuerdo con el comisionado de la Oficina de Asuntos de Inmigrantes de la Alcaldía, Manuel Castro, los preparativos con miras al cambio de gobierno federal comenzaron el año pasado, pero en los últimos dos meses, tras las elecciones que dieron la victoria a Trump, han realizado “un trabajo significativo e importante para lo que pueda venir”.