TOLUCA, Méx.- El Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) aplica alrededor de 82 mil 350 pruebas de sangre gratuitas cada año para la detección de hepatitis B y C, brinda tratamiento a este padecimiento y realiza donaciones de hígado para pacientes que presentaron daños severos en este órgano.
Además, de marzo a la fecha, el Centro Médico “Lic. Adolfo López Mateos” ha brindado 18 tratamientos gratuitos a estos pacientes, lo que representa un ahorro de más de medio millón de pesos para cada uno de ellos, que es lo que costaría en un hospital privado.
La jefa del Departamento de Epidemiologia de este nosocomio, Emeli Fuentes, recordó que la transmisión de la hepatitis en ambos tipos puede ser por relaciones sexuales, transfusión sanguínea, malas prácticas en lugares donde tatúan y realizan piercing, por lo que la Red de Bancos del Sangre del Estado de México permite la detección a través de las pruebas realizadas tras la donación de sangre.
“Cuando se les llama a los pacientes, se encuentran asintomáticos, es un beneficio por que desde ahí estamos frenando la enfermedad, pues si es reactivo se le pide que acuda a una consulta y en su defecto se les remite como candidatos a tratamientos”, dijo.
Por su parte, la subdirectora de Normatividad y Registro del Centro Estatal de Trasplantes del Estado de México (CETRAEM), Ingrid Marisol Pérez Espejel, precisó que se han otorgado 85 hígados para trasplante a hospitales públicos y privados, lo que permite salvar la vida a pacientes que tienen dañado este órgano a causa de la hepatitis C.
Señaló que las personas no tienen síntomas durante los primeros años de la enfermedad, pero en su etapa aguda se presenta con fiebre, nauseas, vómito, orina oscura, ictericia (pigmentación amarilla de la piel) y va dañando el hígado a través de inflamación y genera cicatrices formando fibrosis y necrosis que es el aumento o muerte de tejidos adheridos, lo que puede provocar insuficiencia hepática, cirrosis o cáncer de hígado.