TOLUCA, Méx.- Distracción, tristeza, falta de apetito, bajo rendimiento escolar, agresión, pesadillas, asustarse al estar cerca de alguien, son algunos de los síntomas de alarma que pueden presentar los menores de edad cuando han sido víctimas o están en riesgo de sufrir abuso sexual, y ante este tipo de situaciones, el DIF Estado de México, ofrece programas de prevención, atención y denuncia, para detectar o prevenir este delito, informó Carolina Alanís Moreno, directora general de esta institución.
Señaló que dentro del territorio estatal, el DIFEM trabaja en coordinación con los Sistemas DIF Municipales, para atender este tipo de denuncias de forma gratuita y confidencial los 365 días del año, con un horario de atención de las 09:00 a la 23:00 horas, a través de los números: 01800 710 24 96 y 221 31 09.
También se cuenta con el taller “Escuela para Padres”; con el Consejo Estatal para la Protección y Vigilancia de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes; con el Centro de Prevención y Atención al Maltrato y la Familia (CEPAMyF) y con diversos servicios en donde atendemos y prevenimos situaciones de maltrato, acoso escolar y abuso sexual como lo es la Clínica de Salud Mental “Ramón de la Fuente.”
Por su parte, Genaro Ramírez Ayala, especialista de la clínica de salud mental, explica que es muy importante hablar con los hijos sobre lo que sienten y piensan, pero que lo más necesario es prevenir y evitar que las niñas y niños sean víctimas de violencia, abuso sexual y demás situaciones que ponen en riesgo su integridad física y mental, incluso por parte de familiares cercanos.
“El error más común que cometen los padres es decirle al niño que obedezca siempre a los adultos, con esa instrucción los niños se confunden y piensan que siempre deben hacer lo que el tío, primo, abuelo, maestro u otra persona mayor quiera, aunque no sea lo correcto. Los niños son muy fantasiosos y en muchas ocasiones ignoramos lo que nos platican pero siempre debemos hacerles caso en un cien por ciento e indagar qué está ocurriendo”, precisó el especialista.
Dijo además, que para lograrlo es necesario educar a los hijos a través de una comunicación de confianza directa y clara, que sea flexible, con disciplina pero no rígida y conforme a su edad, porque no es lo mismo explicarle algo a un niño de dos años, que a uno de ocho, porque las etapas de crecimiento, desarrollo y comprensión son distintas.
Asimismo, aseveró que es indispensable que los adultos platiquen de sexualidad con los pequeños desde que empiezan a hablar; se les debe enseñar a reconocer todas las partes de su cuerpo tal y como se llaman y además decirles que cuando no se sientan a gusto con alguien o ante una situación, no se dejen manipular.