CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Como un libro abierto, transparente y de gran belleza estética, fue abierta al público la magna exposición Remedios Varo. Apuntes y anécdotas de una colección, integrada por 39 obras de la artista que convirtió al surrealismo y al esoterismo en un puente para plasmar los secretos de su espíritu.
Durante el recorrido para los medios de comunicación, Marisol Argüelles, curadora de la muestra, afirmó que este proyecto buscó alejarse de las interpretaciones de los especialistas sobre la corriente del surrealismo que siguió Remedios Varo y se centró en los pequeños detalles sobre las firmas, los procesos creativos y las historias personales en torno a la artista.
Afirmó que en esta muestra se abordan temas como las muchas falsificaciones que hubo en torno a la obra de Remedios Varo, de quien actualmente se cuentan 364 obras, dejando abierta la posibilidad de descubrir otras más, dada la costumbre que tenía la pintora de regalar obra sin dejar registro de su existencia.
La curadora afirmó que esta muestra en torno al universo de Remedios Varo plantea la metáfora marina donde los grandes acontecimientos se asemejan al oleaje de la superficie, mientras que los llamados hechos subhistóricos serían las aguas calmadas y profundas del mar.
Refirió que la artista firmaba sus obras con varios nombres como: María de los Remedios de Varo, R. de Varo, Remedios de Varo, R. Varo e incluso sólo con las iniciales R.V. También en la etapa más temprana cuando era pareja de Gerardo Lizárraga llegó a firmar con el apellido Lizárraga o simplemente Remedios.
“En la colección del Museo de Arte Moderno aparecen principalmente dos versiones: R. Varo y Uranga, esta última parte de la serie de litografías que Remedios envió desde Venezuela a la farmacéutica Casa Bayer”.
En la sección que se ocupa de la etapa de litigio de la colección, Marisol Argüelles recordó que tras la muerte de Remedios Varo en 1963, Walter Gruen y Anna Alexandra Varsoviano donan al Museo de Arte Moderno un conjunto de 38 obras y su sobrina se proclamó heredera universal, así comenzó un largo proceso legal en el que participaron artistas y amigos, quienes dieron testimonios sobre la procedencia de las obras.
Otro caso curioso que abordó la especialista es el relacionado con la fotógrafa de prensa Eva Sulzer, amiga de Remedios Varo, quien compró en la galería Diana de la Ciudad de México la obra El flautista, a pesar de la insistencia de la pintora por regalárselo. Y años después lo donó junto con otras obras a Walter y Anna Alexandra Gruen.
Finalmente, Marisol Argüelles mencionó que en 1994 por iniciativa de Walter Gruen y del investigador Ricardo Ovalle se publicó la primera edición del catálogo razonado de la obra de Remedios Varo y en él participaron especialistas como Alberto Blanco, Salomón Grimberg y Janet A. Kaplan, entre otros, convirtiéndose en una obra fundamental para investigar el trabajo de Remedios Varo con datos históricos y técnicos que permiten trazar una genealogía de las obras.
Durante el recorrido se pudieron admirar obras emblemáticas de la artista como Mujer saliendo del psicoanalista, Cambio de tiempo, El vagabundo, El flautista, Mimetismo, La huida y El gato helecho, así como piezas poco conocidas como el esgrafiado sobre masonite Guajolote Navideño, el collage sobre cartón Ne me parles jamais, el dibujo sobre cartulina Tauro y el autorretrato a lápiz realizado en 1951.
Destacan asimismo bocetos de sus obras que en ocasiones retratan detalles o la obra completa como El malabarista, de 1956, Exploración de las fuentes del río Orinoco, de 1959 y Naturaleza muerta resucitando, de 1963.
La exposición Remedios Varo. Apuntes y anécdotas de una colección permanecerá hasta el 5 de febrero de 2017 en el Museo de Arte Moderno.