BARCELONA, España.- María pesaba solo 1.310 gramos, pero su corazón podía latir hasta 300 veces por minuto (lo normal son 150), por eso hubo que provocar su nacimiento y que pasara por quirófano para una ablación cardiaca, convirtiendose en la paciente más pequeña del mundo sometida a esta práctica.
La niña fue operada el pasado cuatro de enero en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona (noreste de España), después de que los fármacos que se habían suministrado a la madre durante el embarazo y a María tras su nacimiento, en la semana 30 por parto provocado, no fueran capaces de solucionar su incesante taquicardia.