CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- La diputada Martha Estela Romo Cuéllar (PAN) presentó una iniciativa de reforma a la Ley del Seguro Social para ampliar el tiempo de goce de la pensión de un asegurado a sus huérfanas y huérfanos con incapacidad permanente.
La propuesta plantea adicionar un párrafo al artículo 64 de la Ley del Seguro Social para señalar que, si el riesgo de trabajo trae como consecuencia la muerte del asegurado, deberá otorgarse o extenderse el goce de la pensión de manera permanente, en los términos del reglamento respectivo, a los huérfanos del asegurado con incapacidad permanente que no puedan mejorar su capacidad para el trabajo.
El documento, turnado a la Comisión de Seguridad Social para dictamen, menciona en la exposición de motivos que el Instituto Mexicano del Seguro Social, al ser el principal sistema de pensiones del país, debe considerar en sus estatutos a los hijos de las personas trabajadoras que tengan discapacidad permanente.
La ley vigente señala que, a cada huérfano totalmente incapacitado, se le otorgará una pensión equivalente al veinte por ciento de la que hubiese correspondido al asegurado tratándose de incapacidad permanente total, y que la pensión se extinguirá cuando el huérfano recupere su capacidad para el trabajo.
Precisa que hay personas que no pueden trabajar por una incapacidad permanente, como es la situación del trabajador que presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral.
Estas personas, por si mismas no pueden obtener recursos, y muchas veces dependen de sus padres o madres, quienes son trabajadores afiliados al IMSS, por lo que, en los casos de fallecimiento de sus padres o madres, se ven vulnerados y sin posibilidad de obtener una pensión permanente.
Explica que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 por ciento de la población de cada país tiene alguna discapacidad, “lo que equivaldría en México a 18 millones 525 mil personas, considerando que hay 123 millones 500 mil habitantes. El INEGI refiere que son 5.7 millones de personas con esa condición.
Subraya que la discapacidad para caminar, moverse o desplazarse; la debilidad visual, la pérdida de la vista en uno o ambos ojos; la debilidad o incapacidad auditiva; para comunicarse por limitaciones para hablar o porque no pueden o conversar de forma comprensible, son de algunas de las más conocidas.
Además, la discapacidad mental, que abarca problemas de retraso, alteraciones de conducta o del comportamiento, y otras que incluyen limitaciones o dificultad para aprender una nueva tarea o poner atención y limitaciones para recordar información o actividades que se deben realizar en la vida cotidiana.