YUCATÁN, Méx.- La Fiscalía General de la República (FGR) concluyó que el joven José Eduardo Ravelo, quien murió tras ser detenido en Yucatán, no fue víctima de tortura ni abuso sexual por parte de policías.
María Ravelo, madre del joven de 23 años de edad, denunció que el 22 de julio policías subieron a su hijo a una patrulla donde lo golpearon y violaron, actos que se repitieron en las instalaciones de la Fiscalía, a donde fue trasladado.
Un médico legista constató lesiones en José Eduardo y determinó su ingreso a un hospital donde los médicos dijeron que era sospechoso de COVID-19.
La Fiscalía recabó más de 50 testimoniales y realizó 45 periciales de diversas materias (medicina forense, química, genética, mecánica de lesiones, criminalística, audio y video, e informática, entre otros); más 35 informes de Policía Federal Ministerial (PFM), así como tres inspecciones ministeriales.
También se exhumó el cuerpo de José Eduardo para practicarle una necropsia, misma que arrojó que el joven murió por neumonía no relacionada con algún traumatismo recibido durante su detención.
Al analizar los videos de la detención del joven, su llegada y estancia en la cárcel las autoridades no hallaron violaciones a sus derechos humanos.