Javier Sicilia marca agenda, da órdenes, escribe, lee… y hace berrinche. El escritor, poeta, sacerdote y ya pontífice, acusó de traición al Congreso al aprobar, según él, la Ley de Seguridad, y causó pánico entre los legisladores de todos los partidos, que de inmediato salieron a negarlo y a prometer que honrarán su palabra.
Tres días ocupó a los congresistas y hasta al gobierno federal a través de la Secretaría de Gobernación (Segob) intentar congraciarse con Sicilia y convencerlo y apapacharlo para que regrese a la mesa del diálogo, aunque también le dieron un llegue al destacar su ignorancia en materia legislativa y sugerirle asesorarse.
“Esa ley abona a la militarización y a la guerra declarada por el presidente Felipe Calderón que ha provocado más de 40 mil muertos. Si no la paramos, la victimización va a seguir aumentando. Además, habría que preguntarles si fue fingido el perdón que pidieron”, dijo con el tono pausado y en papel de cura en liturgia que utiliza ahora.
Manlio Fabio Beltrones, presidente del Senado y coordinador de los legisladores del PRI, rechazó tal traición y prometió que honrarán su palabra en torno a los compromisos del Alcázar de Chapultepec.
Josefina Vázquez Mota, presidenta de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados (Jucopo) y coordinadora de los legisladores del PAN, reiteró que jamás se pensó en engañar al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, ya que “no existe ninguna ley de seguridad que haya sido aprobada, porque ni siquiera existe un dictamen resuelto”.
José González Morfín, presidente de la Jucopo en el Senado y pastor del rebaño panista, dijo ayer: “Sí al diálogo, sí a escuchar todos los planteamientos, sí a reunirnos con todos” y le pidió, le rogó, continuar con el diálogo.
Acaso el golpe más contundente fue cuando Javier Corral, diputado del PAN y presidente de la Comisión de Gobernación en San Lázaro, soltó contundente:
“La Comisión Permanente nunca se comprometió a detener el proceso legislativo, sino a escuchar las propuestas que tiene el Movimiento”.
Insistió en que no hay ninguna traición, ni incumplimiento de los acuerdos, porque el debate apenas empieza, “lo que hay es confusión y desinformación”.
A su vez, Carlos Navarrete, senador del PRD, reforzó esa ofensiva: “Nunca estuvo, nunca estuvo. ¿Qué sí estuvo? Discutir y escuchar”.
Cocoa, Cocoa
Por más que pretendan desligarla, el acta de nacimiento no miente: Luisa María, Cocoa para los cuates, candidata del PAN a la gubernatura en Michoacán, es hermana del presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
¿Y eso qué?, podría preguntarse.
Nada, que en el Partido Acción Nacional (PAN), ése que censura el nepotismo -por cierto, real – de Humberto Moreira, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al colocar a su hermano Rubén como gobernador de Coahuila y a su otro hermano, Alvaro, en la dirigencia estatal del tricolor, hoy justifica que la carrera de Cocoa es independiente y con méritos propios.
Y, efectivamente, Luisa María ha tenido una carrera paralela a la de su hermano menor por lo que nadie puede restarle méritos y experiencia políticos, pero da la casualidad que, para su mala fortuna,… ¡es presidente de México! y nadie, excepto los subordinados de Felipe Calderón, cree que en la elección de ésta no hubo línea desde la avenida Parque Lira, donde están Los Pinos.
Cocoa, sicóloga de profesión, fue diputada local y federal en la década del ochenta y senadora de 2000 a 2006, por lo que, ciertamente, cuenta con un respetable historial político, pero no podrá sacudirse el estigma de que es la hermana del presidente y que, como tal, recibe y recibirá todo el apoyo del gobierno federal en su lucha por la gubernatura. Es más, ayer criticó que en México los gobernantes no puedan hacer campaña. ¿Cómo la ve?
Y todavía su brother estuvo jueves y viernes en Michoacán, donde prometió no regresar -acaso en septiembre- sino hasta después de las elecciones del 13 de noviembre, pero, ya sabe cómo es uno de mal pensado, ¿entonces para qué, a un paso del proceso, hace una gira en la que recorrió al menos siete municipios, algo que no había hecho antes, y se quedó dos días?
Seiscientos millones al lago de Pátzcuaro, más federales y Ejército contra el narco, hospitales, tramos carreteros. ¿Acaso es casualidad?
Y Michoacán está caliente
Los nueve encuestadores de Consulta Mitofsky y Parametría levantados en Apatzingán el fin de semana pasado y liberados el martes son muestra de lo caliente que está la tierra de Calderón y que, sin duda, enciende focos rojos sobre el proceso electoral, aunque el gris gobernador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Leonel Godoy, lo niegue.
A eso hay que sumar el secuestro de cinco repartidores de la Sección Amarilla, en la misma zona, mientras el alcalde Genaro Guízar se pone digno.
Y el presidente dijo ayer en su segundo día de la gira, que ante el recrudecimiento de la violencia y los recientes secuestros o levantones, se requiere una respuesta más contundente.
“Yo sé que esta es una zona muy complicada, pero entre más violentos sean los criminales y más se metan con la gente, intimidándola, extorsionándola o secuestrándola, más duro tenemos que enfrentarlos”, advirtió. Más sangre y muertos, sin duda.
Navarrete, modelo a seguir
“No vayas conmigo, vamos juntos”, dicen los espectaculares colocados por Carlos Navarrete, senador del PRD y declarado suspirante al Gobierno del Distrito Federal (GDF) en 2012.
Y al estilo de los supermodelos de Nueva York o Milán -aunque fuera en la colonia Juárez-, Navarrete se destapó literalmente -arrojó el saco como auténtico galán de joligud- en medio de la pasarela para, al ritmo de Mi Ciudad es chinampa en un valle escondido, con Pepe Aguilar, anunciar que va por el gobierno capitalino.
El guanajuatense, afín a Los Chuchos aunque sin descuidar a Andrés Manuel López Obrador, dice que se ha hecho mucho por la capital en 14 años -obvio, bajo gobiernos del sol azteca-, pero que “se puede hacer más”. No será fácil, pero experiencia, sin duda, la tiene.
Ebrard presume ser mejor que AMLO
Y el que quiere, pero no puede, sueña, pero no despierta, amaga, pero recula y, en concreto, hace como que sí, pero no, es Marcelo Ebrard.
La semana comenzó agitada para el carnal Marcelo. El domingo tuvo su destape-lanzamiento que, paradójicamente, intentó que no fuera. Me explico:
En un acto muy parecido al que Navarrete tendría el lunes, Ebrard se lanzó por la candidatura del sol azteca a la Presidencia, pero siempre como pidiendo permiso y perdón a quien lo hizo: Andrés Manuel López Obrador.
“Esto no es un nuevo partido, tampoco un destape, una nueva facción ni un golpe a nadie”, dijo Ebrard en un tono de no te vayas a enojar.
Y ese lunes, al conocerse que ya acomoda su vida personal para cumplir el requisito que la sociedad impone cuando se quiere ser el bueno -tener pareja-, mediante su novia, Rosalinda Bueso, ex embajadora de Honduras en México, como que agarró valor.
El martes, cuestionado en torno a las diferencias de su gobierno con el del tabasqueño en la ciudad, el ex priísta contestó:
“Yo diría que hoy en la ciudad tienes la inversión privada más alta de la historia. Hemos hecho crecer el sistema de bienestar social de la ciudad a un ritmo más acelerado que nunca”.
La inversión privada en el gobierno de Ebrard ronda los cien mil millones de pesos, en infraestructura y en proyectos inmobiliarios.
“Creo que va a contar, y mucho, qué es lo que has hecho, qué resultados tienes, qué capacidad de gobierno hay y ahí están los resultados. Los gobiernos se evalúan, no tanto por la etiqueta originaria, sino por éstos”, añadió.
Ebrard ha sido criticado por destrozar la ciudad con decenas de obras viales simultáneas, como la línea 12 del Metro, diversos puentes vehiculares, el segundo piso del Periférico y la Supervía. Habrá que ver cómo concluye la carrera de la izquierda por la candidatura y ver si le alcanza para imponerse a López Obrador.
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