VATICANO.- Postrado en el suelo, totalmente en silencio a los pies de una gran cruz en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco dio inició hoy a la ceremonia central del Viernes Santo, la adoración a la Santa Cruz en la Basílica de San Pedro.
Poco antes de las 17:00 horas local (16:00 GMT), el pontífice, vestido de rojo ingresó al templo vaticano cuyas luces estaban apagadas, se acostó sobre un tapete, con la cabeza entre sus manos y los ojos cerrados.
No llevaba su cruz pectoral ni tampoco el anillo del pescador, como símbolo de que Jesús ha muerto. Permaneció así por unos cinco minutos, durante ese tiempo cardenales, obispos, diplomáticos y más de cuatro mil fieles permanecieron arrodillados en total silencio.
Así comenzó la liturgia de la palabra, que siguió con algunas frases en latín pronunciadas por el Papa. Este Viernes Santo es el único día del año en el cual en la Iglesia católica no se oficia misa, durante la celebración pontificia se realizarán algunas lecturas y se dará la comunión.