ZINACANTEPEC, Méx.- La marchista mexiquense Érika Morales señaló que ser la primera mujer en caminar la prueba de los 50 kilómetros no ha sido sencillo, sobre todo por los nervios de incursionar en una distancia que hasta hace pocos años había sido exclusiva para la rama varonil.
La andarina, quien entrena bajo la tutela del experimentado Pedro Aroche, realizó su primera competencia en marzo del año pasado, en el Race Walking Challenge de Monterrey, registrando una marca de 5:02:33 horas; este 2018 en el mismo evento, mejoró su tiempo con 4:31:15, con lo que recuperó su hegemonía a nivel nacional.
Morales indicó que su desempeño se debe gracias al trabajo cotidiano y al entrenamiento intenso que hace a diario, el cual seguirá de cara a su próxima competencia programada para el 21 de octubre, en Nueva York, para la cual ya se está preparando, principalmente en el Centro Ceremonial Otomí y en el Desierto de Los Leones.
El objetivo es mejorar su mejor tiempo de cara al 2019, ya que en ese año buscará participar en el Campeonato Mundial de Atletismo y en los Juegos Panamericanos Perú 2019.
“Estoy muy emocionada de que esta prueba se abra para Panamericanos y para Juegos Olímpicos, sería un gran paso para las mujeres, no sólo aquí sino en todo el mundo”, detalló la marchista del Estado de México.
Finalmente, explicó que su desarrollo se debe en gran medida a su entrenador Pedro Aroche, quien la impulsó para practicar el atletismo, la marcha y, sobre todo, para participar en esta extenuante distancia y afirmó que su forma de ser tan exigente es lo que la ayuda a mejorar día con día.