Al contratar al mundialista colombiano James Rodríguez, el León estremeció los cimientos del futbol mexicano, en el que escasean cada vez más los cracks del tamaño del mejor goleador del Mundial de Brasil 2014.
En un momento de desesperanza por la ausencia de fichajes “bomba” para el Clausura 2025, la llegada del capitán de la selección de Colombia sacudirá a la liga de una especie de amodorramiento que los críticos asumen como consecuencia del hambre de dinero de los jerarcas del circuito, prioritario sobre lo deportivo.