CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- El disco Alfonso Navarrete. Tenor, sexta producción de la Colección Memorias Sonoras, que reúne 12 de las 18 actuaciones históricas que el legendario cantante mexicano realizara en el Palacio de Bellas Artes durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, fue presentado la noche del viernes 15 de diciembre en la Sala Manuel M. Ponce, donde el llamado “tenor omnipresente”, fue ovacionado por admiradores y compañeros de ruta en el bell canto.
La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, estuvo presente en el la velada donde fueron reproducidos fragmentos de las grandes presentaciones de Alfonso Navarrete, cantante que a lo largo de tres décadas encabezó los principales elencos operísticos del país.
García Cepeda celebró que el rescate de la voz del tenor sonorense quede reunida en un álbum doble que abarca 20 años de su presencia en el recinto de espectáculos más importante del país. Una producción que recupera la memoria de un gran intérprete mexicano.
Alfonso Navarrete agradeció a la Secretaría de Cultura y al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) el reconocimiento de esta producción y se definió como un servidor del canto y del arte que en su experiencia ha sido una forma de vida y un privilegio para enriquecerse como artista y ser humano.
“Muchas gracias sobre todo a mi familia, a mi mujer, María Elena Prida, que merece un monumento en Reforma por aguantarme a lo largo de 55 años. Un día los convoqué a todos, a mi esposa y mis cuatro hijos en el comedor de la cocina y les dije que me iba a dedicar al canto y ellos me dieron todo su apoyo”.
El tenor recordó que han sido años de mucha labor y de mucho trabajo y que aunque tuvo la oportunidad de salir del país para internacionalizarse decidió no hacerlo por su familia.
“Amo a este país, de aquí soy y de aquí somos, y los mexicanos, como se dice, ya estamos inventados. Para mí ha sido un privilegio continuar con la difusión de la voz humana en su más grande expresión que es la ópera”.
Lidia Camacho, directora del INBA, afirmó que Alfonso Navarrete es considerado una de las figuras más importantes de nuestro país y por ello en la sexta producción discográfica de la Colección Memorias Sonoras, se enfatiza el talento y legado de este cantante para que las nuevas generaciones puedan conocerlo.
“Quienes en su época no tuvieron el privilegio de escucharlo encontrarán en este disco una amplia investigación desarrollada por el Instituto Nacional de Bellas Artes para dar cuenta de su trayectoria, sobre todo en los años setenta, cuando encabezó los elencos más importantes.
El crítico y contratenor Héctor Sosa habló de su experiencia en la producción de esta semblanza sonora de Alfonso Navarrete en la que tuvo que sortear los muchos sonidos que son característicos de las grabaciones en vivo.
“En las grabaciones originales había entradas y salidas con taconeo de los cantantes, golpes de tramoya y un sinnúmero de retos que había que pulir para que este disco tuviera una gran calidad, por ello se dedicaron muchos cientos de horas para remasterizarlo y restaurarlo en estudio”.
El crítico Manuel Yrizar recordó que conoció a Alfonso Navarrete cuando acudió por invitación de un amigo a la Escuela Nacional de Música.
“Recuerdo la emoción cuando muy joven debutó en Bellas Artes con la ópera Traviata, de Verdi. Fue naciendo una amistad porque Alfonso fue por varias décadas el primer tenor de México. Siempre lo admiré porque interpretaba las vocalizaciones más difíciles con una voz solvente, llena de profundidad y maestría”.
Francisco Méndez Padilla, director del Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, recordó que un crítico calificó a Alfonso Navarrete como el tenor omnipresente por su gran desempeño en más de 20 papeles fundamentales del legado operístico de México.
Mencionó que desde su debut la prensa resaltó el gran dominio del instrumento vocal de Alfonso Navarrete, quien comenzó a hacer duetos con algunas de las más importantes cantantes de su tiempo y a ser el favorito de las carteleras por más de 30 años ininterrumpidos.
“En este disco se reúnen algunos de sus roles protagónicos, sobre todo 12 de los 18 papeles que interpretó en el Palacio de Bellas Artes. Sin duda un verdadero legado para las nuevas generaciones”.