¿Quién va a aflojar el cuerpecito primero?
El PRI, de Alejandro Moreno Cárdenas.
El PAN, de Marko Cortés Mendoza.
El PRD, de Jesús Zambrano Grijalva.
Haga sus apuestas.
La alianza Va por México demostró el domingo 6 de junio que Andrés Manuel López Obrador y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no son invencibles.
Sí, pero el reto ahora es doblemente complicado: mantenerse juntos, cohesionados, unidos.
No será fácil que esa alianza antinatura, como le llamó Beatriz Paredes Rangel en 2010, cuando era dirigente del tricolor, a la del PAN con el PRD para buscar gubernaturas, se mantenga.
Pese a que anoche anunciaron la conformación de un bloque contra las ocurrencias presidenciales -así le llamaron- para evitar cambios a la Constitución… salvo las que convengan a los mexicanos y al país.
Andrés Manuel anunció ayer en su conferencia matutina que enviará entre 2021 y 2023 los proyectos de reforma eléctrica, electoral, que pasa por un nuevo INE y por la desaparición de 200 diputados, y a la Guardia Nacional.
Las tres son constitucionales.
Y necesita la mayoría calificada: 334 legisladores.
Sí, esa que perdió el 6 de junio ante la alianza y que todos los días niega haber tenido, “porque no se pierde lo que no se tiene”.
Pero sí la tenía, aunque pretenda desviar la atención para no reconocer que el golpe que le dieron a Morena en la CDMX, el Estado de México y la Cámara de Diputados fue contundente, certero, clave.
El anuncio, sabedor de que no alcanza esa mayoría calificada -dos terceras partes de los diputados – tiene un doble objetivo: buscar que pase cualquiera.
¡Ah, pero el más importante!: exhibir a los partidos que las rechacen, que no vean por los mexicanos y por su bienestar. Y ahí tendrá argumento para decir que esos partidos sólo ven por su beneficio y que se niegan a aprobar cambios que protejan a los consumidores, que pagan más -dice- por luz que las empresas.
O que quieren mantener a los diputados vividores y tiene razón: cualquiera se puede ir en el momento que le convenga, cuando le reditúe más apoyar a Morena o a Andrés Manuel.
Ahora sí es tragedia
Hoy será presentado el peritaje sobre el derrumbe de la Línea 12 del metro, donde murieron 26 personas.
Claudia Sheinbaum Pardo, jefa del gobierno capitalino, por fin le llama a las cosas por su nombre: ya no es incidente, ahora es tragedia.
-Vamos a dar mañana alguna información sobre esto. Lo primero fue atender a las víctimas, cada una de las personas que lamentablemente falleció, las familias, han recibido todo el apoyo del gobierno.
Lo que tiene que ver con las sanciones, eso le toca a la Fiscalía, a nosotros nos corresponde echar a andar la Línea 12, pero de forma segura, lo que no queremos es que vuelva a ocurrir una tragedia como lo que vivimos, dijo.
El reportaje del diario The New York Times del domingo pasado mostró las fallas en la construcción de la llamada Línea Dorada y concluyó que, además, las prisas de Marcelo Ebrard Casaubon, jefe de gobierno que la construyó, para inaugurar antes de irse a su sueño presidencial, fueron la causa principal.
Sheinbaum Pardo y Ebrard Casaubon eran los dos principales candidatos de López Obrador hasta antes de esta tragedia.
Yo soy clase media: Monreal
Ricardo Monreal Avila, coordinador de los senadores de Morena, dice estar consciente de que es presidenciable, pero descarta por ahora que sea su prioridad.
-No es de ya, saco una pancarta y soy candidato, dice el ex gobernador de Zacatecas.
En torno a la definición que López Obrador hace de la clase media, dice no estar de acuerdo, pero no quiere polemizar.
-Yo soy clase media. Mis padres eran campesinos y estudié para progresar. Fui a la UNAM hasta el doctorado.
Vámonos: Ya compren los medicamentos para los niños con cáncer.
¿O qué también son aspiracionistas?
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