En el callejón unas señoras que nunca faltan para informar al barrio, o chismear, gritaban a los cuatro vientos lo que ya muchos esperaban desde hace rato ¡mataron al Goyin, mataron al Goyin! Y no es porque les cayera en la punta del hígado pero desde que la Chary, una flaquita sacachispas de Calendario lo había dejado, se convirtió en otro ser totalmente desconocido, después de ser bien camello y deportista se tiró al vicio y comenzó a joder al prójimo, a pararlo de cabeza y meterse puro Richardson, un brandy de antaño que lo llevo a la derrota, a que se le nublara su sesera y el corazón y junto con el Chochigo se ponían chupar que daba miedo, ¡ya párenle déjenme algo, se van a acabar el hígado, pinches muchachos! Les gritaba los viejos pero no hacían caso, y no solo acabaron con su hígado, sino que se siguieron con las demás vísceras.
Era un mozalbete que estaba tirado, ya todo frío y con varios piquetes y con un chorro de sangre, que en su afán nada morboso, el Tenoch, el Guitarrista Fantasma que iba pasando por el barrio, se quedó con el ojo pelón y comenzó a contar hasta el número de 17 de cuchilladas, !a este canijo sí que lo querían, pero mandar a otro barrio! algo debía, alguien pronunció sabiamente, unas señoras pusieron una veladora y se la prendieron al lado, mientras rezaban “Padre nuestro que estas en el cielo santificado se tu nombre, perdona nuestros pecadotes, como nosotros perdonamos a veces a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, que esta la orden del día, líbranos de todo mal porque tuyo es el el reino y el poder! Que ya se mezclaban con el sonar las sirenas y llegaron los matutes, unos uniformados azules con las cuencas de los ojos algo oscuras y con olor a azufre, quienes al ver al Guitarrista Fantasma sin deberla ni, temerla le preguntaron como si fuera módulo de información ¿usted que hacía por aquí? Calmantes montes alicantes pintos mi azul, yo solo pasaba, para que ya lo empujaran a la de sin susto ¡órale súbale a la patrulla! y el Tenoch ya ponía pies en polvorosa cuando sintió que lo apañaban dos gorilas y no se podía soltar.
–Ahora que si quieren alguna contratación hablen con mi representante, ahorita ya tengo jale hasta luego señores—
¡Que señores ni que ocho cuartos! a ver saque para comenzar la mariguana! pues ustedes meros reviro a los malandros con placa, un churro estaría bien para el susto, pero mejor deberían alcanzar al que se ve por allá corriendo como El correcaminos tútú, es el que arteramente la hizo de matarife , miren como dejo al que esta tirado y no anden luego a la de sin susto creando chivos expoatorios, no hay derecho pus que se creen, además no me jale que no soy de la calle, hay testigos que yo solo pasaba por el barrio.
A ta gueno dijeron y que se lanzan en persecución contra el Chochigo, el Tenoch ya la había librado por el momento cuando para calmarse de los canijos nervios se puso a rasgar las cuerdas de la de Paracho, Michoacán y se enfiló al mercado para deleitar a los mutantes y zombies de Chalmita con unas rolas del pasado que escuchaba en la Radio Sinfonóla: “Estos eran, dos amigos, que venían de Mapimi/que por no venirse di oquis, robaron Guanasevi,/ ellos traiban, dos caballos, uno oscuro y un jobero/ en el oscuro cargan ropa, y en el jobero el dinero/también traiban, maquinaria, y muy buenas baterías/para desclavar los rieles, y hacer los cambios de vías/ Martín le dice a José, no te pongas amarillo/vamos a robar el tren, que viene de Verdejillo/amarillo no me pongo, amarillo es mi color/He robado trenes grandes, y máquinas de vapor/Válgame el santo niñito, ya agarraron a José/En la esquina del mercado, lo ataron y se les fue/Sería por sus, oraciones, que su madre le rezaba/Sería por su buena suerte, que a José no le tocaba…. Terminado el corrido que se rifó el Tenoch, recibió unos ruidosos aplausos que ¡hay ojon! no se la creía, ¡bravo bravísimo cantas igualito que los Cadetes! pero más rokeron, le dijo un vato que le paso una tarjeta que a su letra decía: “Mefisto, representante artístico, Chacal records” A tus canijas ordenes maestro, ando a la caza de talentos, tú se ve que eres un artista nato, se ve que tienes madera de cantautor. ¡Ayayayay! el puro choro mareador, pensó el Guitarrista fantasma, que inflaba ya su ego, ya se miraba en Tele hit, en el Mtv, rasgando la lira firmando autógrafos, en una albercota rodeado de unas “pieles” como las que quitaban el aliento y ya se veía en el estrellato, cuando que rompieron sus pensamientos.
A la de sin susto que empieza a gritar un muchachón que venía como que entripado del coraje, pero era más su muina que a los cuatros vientos gritaba “ya estamos hasta el gorro, no es posible que nos quieran seguir “renteando”, nosotros somos comerciantes y no hay derecho que unos jijos de la fregada nomas vengan y nos pidan el dinero que ganamos, no hay derecho que vamos en esta inseguridad y que todavía protestemos y nos manden a los azules” Y no hubiera hablado porque para variar donde se paraba el Tenoch aparecía la chota, pero ahora eran unos uniformados negros que babeaban como rabiosos, que llegaron y que empiezan a soltar palo que por “alterar el orden público la paz” y que les empiezan a soltar sus toletazos, al tiempo que el Guitarrista fantasma, regreso a la realidad y se fue haciendo invisible y olita hasta sudar frío y encaminarse a “La Gloria” al expendio de pulques finos y curados más afamado de la región, donde para bajar el susto donde se encontró al Chente quien ya se zumbaba una jícara del néctar de los dioses para “cerebro fuerte” y corría un churro oloroso de mariguana que paso a las manos del Tenoch que inhalo hasta que aguantó la respiración y luego comenzó la inspiración y el ruido de las cuerdas fantasmales: “Vivir en México es lo peor/ nuestro gobierno está muy mal/ y nadie puede protestar porque lo llevan a encerrar/ ya nadie quiere salir ni decir la verdad/ ya nadie quiere tener líos con la autoridad/ muchos azules en la ciudad a toda hora queriendo agandallar/no ya no los quiero ver más/ y las tocadas de rock ya nos la quieren tocar/ ya solo va poder tocar la hija de Enrique Guzmán… y al termino del rolón que se rifo el Guitarrista Fantasma, se hizo el silencio todos se quedaron bien quietecitos, el barullo de la capilla de culto a Mayahuetl y a la Reyna Xóchitl desapareció dejando con el corazón paralizado al Tenoch, pero esa es otra historia….