CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- La dura recesión que sufre Brasil provocó el desplome de su mercado de automóviles, mientras en México la industria –estimulada por las exportaciones y el crecimiento del mercado nacional- se ha afianzado como líder de producción de América Latina.
La crisis en Brasil provocó una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 7.2 por ciento en dos años, un duro golpe para una economía que hoy suma 13 millones de desempleados y tiene en la industria el sector más afectado por la recesión.
En ese escenario, el sector automotriz es probablemente uno de los más azotados, como reflejan unas cifras que revelan el estancamiento en la producción a niveles de hace más de una década y unas cifras de ventas que no cesan de caer.
En 2014 Brasil perdió su puesto como mayor fabricante de América Latina en favor de México, cuando el país sudamericano fabricó dos millones 973 mil autos, por tres millones 219 mil unidades el país norteamericano, y desde entonces esa tendencia continuó acelerándose.
Desde entonces, ambas industrias han seguido dispares trayectorias: en Brasil el sector ha continuado hundiéndose, incapaz de estancar con exportaciones la destrucción del mercado nacional; en México la producción, las ventas nacionales y las ventas exteriores acumulan récord tras récord.
En 2016 Brasil produjo 2.15 millones de autos, por 3.46 millones en México, un dato histórico, impulsado en parte por el crecimiento de las ventas nacionales (1.6 millones de unidades, también sin precedentes) y por la recuperación en Estados Unidos.