CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Desde sus primeras obras a finales de los años 40, el poeta Eduardo Lizalde (1929) mostró su afán por hacer de la escritura un punto de encuentro, entre el rigor y la innovación estética, su voz ha cruzado múltiples caminos, manteniéndose fiel a sí misma y haciendo de su obra un fértil espacio personal inconfundible, aseguró la secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda.
En la residencia oficial de Los Pinos, donde hoy se le entregó el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español 2016 a Lizalde, la funcionaria se refirió también al escritor, poeta y académico mexicano como un verso único de una poesía que resplandece con inteligencia y pasión.
Ante el presidente de México Enrique Peña Nieto, recordó que Lizalde ha entregado más de una veintena de poemarios, libros de cuentos, ensayos, novelas, además de haber recibido los premios Xavier Villaurrutia, Alfonso Reyes, Federico García Locarca, Jaime Sabines y Ramón López Velarde, “y su obra como la de ellos, honra al español”.
Destacó que leerlo es gozar y agradecer una obra en la que convive la fascinación por la belleza, la luz y la mirada, ante la crudeza del mundo.
Minutos antes, el Jefe del Ejecutivo Federal entregó el premio, por primera vez a un mexicano. Éste consiste en una estatuilla diseñada especialmente para la ocasión por el artista Vicente Rojo, así como un monto económico de 250 mil dólares americanos.
“Este reconocimiento a su palabra, a las obras que quedan para siempre en el patrimonio literario del mundo hispano, reafirma el compromiso de México, de las instituciones del gobierno de la República, que distingue a la cultura como una prioridad en la agenda política de nuestro país”, añadió Cepeda.
Ante integrantes de la comunidad cultural del país, Cepeda recordó a Carlos Fuentes (1927-2012) como el escritor que hizo del mundo “el territorio interminable de su reflexión, de una imaginación fecunda que nos habló de México, de nuestras tradiciones, de nuestras profundas raíces que alimentan lo que somos”.
El premio, señaló, honra la memoria de ese gran mexicano universal que contribuyó a labrar el sitio que nuestras lenguas ocupan en nuestra literatura universal.
“Nos recuerda que la lengua en la que más de 470 millones de hablantes nos expresamos, imaginamos, soñamos y pensamos, es donde la cultura abreva, da forma al pensamiento y nos permite el diálogo fraterno.