El Real Madrid impuso en el clásico su fortaleza como equipo y hurgando en la herida abierta del Barcelona en la Liga de Campeones, impotente hasta la recta final del partido, cuando sintió la opción de empatar, antes de acabar cediendo (3-1) el liderato al equipo de Carlo Ancelotti.
Cinco victorias madridistas en los seis últimos clásicos, solamente derrotado cuando lo encaró sin la intensidad necesaria el pasado curso por su gran ventaja de puntos, confirma una tendencia en un duelo que deja vencedores y heridos. Una derrota dolorosa para Xavi Hernández, víctima de una defensa que se puso el traje europeo para enterrar la seguridad liguera de un equipo que tan solo había encajado un tanto hasta pisar el Santiago Bernabéu y este domingo se llevó tres.