CHINA.- China comenzó hoy a vislumbrar una vía de salida, aunque bastante incierta aún, a la pesadilla que vive a causa de la epidemia del coronavirus, que mantiene al país prácticamente paralizado y a la inmensa mayoría de la población encerrada en sus casas desde hace ya casi tres semanas.
El crecimiento de los nuevos casos de la neumonía causada por el virus – bautizada por la OMS como COVID-19 para evitar designarla con el nombre de una ciudad concreta o un país – lleva siete días reduciéndose desde que el 4 de febrero alcanzó un pico de 3.887 personas.