TOLUCA, Méx.- Con el objetivo de moldear de manera clara el modelo de atención a la salud, que responda a las necesidades del entorno; además de contribuir a erradicar la violencia de género y el embarazo adolescente, entendida desde una perspectiva social, durante la 63 Sesión Ordinaria del Consejo de Salud del Estado de México especialistas ahondaron sobre la importancia de la familia y su relación con temas de bienestar.
La directora general del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), Elizabeth Dávila Chávez, recordó que el Consejo realizó una sesión extraordinaria para tratar la violencia contra las mujeres, lo que derivó en la profundización del tema y así abordar la importancia de la familia, entendida como la institución socio- cultural más importante en las sociedades democráticas.
“Tenemos que hablar de la familia en todas las vertientes que tengamos para poder abatir y tratar todo lo referente a la atención a la violencia, prevenirla, evitarla. Nos sumamos con esta finalidad para que en el estado de México se logre esta disminución, pues es la primera ocasión a nivel nacional que se toca un tema social en un Consejo de Salud”, dijo.
La ponencia magistral “Familias y Bienestar en Sociedades Democráticas” fue impartida por el jefe del área de estudios Urbanos y Regionales de la UNAM, Fernando Pliego Carrasco, quien ante personal de salud de diversas instituciones presentó su más reciente investigación en 60 países del mundo sobre las diversas estructuras de familia y su relación en las áreas de educación, seguridad física, relaciones entre padres e hijos, adicciones, violencia, funcionamiento de la pareja, salud sexual, reproductiva, mental y física.
“De acuerdo con la Encuesta de Capital Social en el Medio Urbano 2006, la familia es la institución que brinda más confianza en la sociedad, el principal apoyo en problemas económicos, de las personas con discapacidad, para cuidar hijos pequeños”, refirió.
Pliego Carrasco aseguró que en la actualidad hay una presencia cada vez más frecuente de diferentes tipos de hogares y las familias de tipo diferente tienen consecuencias diferentes en el bienestar de niños y adultos.
“La tendencia general de los indicadores de bienestar en las familias con parejas casadas e hijos comunes en comparación con los demás tipos de familia dan mejores resultados, pues los indicadores de salud física son mejores, los problemas de salud mental disminuyen, los vínculos entre padres e hijos son más positivos y disminuye el consumo de drogas, alcohol y tabaco; hay menos índices de delincuencia y el desempeño escolar es mejor”, concluyó.