CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Acción Nacional expresó su total respaldo y solidaridad a los gobernadores de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, y de Chihuahua, Javier Corral Jurado, y condenó la celada presidencial contra ellos durante los actos con el Ejecutivo este fin de semana, donde militantes de Morena les lanzaron toda clase de improperios.
El día de ayer fue en Cabo San Lucas y el viernes en Chihuahua. En ambos actos los gobernadores fueron difamados arteramente en presencia del propio Presidente de la República.
Acción Nacional rechaza con firmeza las expresiones de intolerancia hacia los gobernadores que no pertenecen a Morena y aclara que los mandatarios de Acción Nacional reciben de buena fe y en buena lid al Titular del Ejecutivo, con la intención de que la visita presidencial resulte en bien para el Estado y para la Federación.
Sin embargo, ese objetivo contrasta siempre con un ánimo de mala fe por parte de Morena, con el afán de provocar de forma artificial y engañosa, abucheos a nuestros gobernadores, para denostarlos y agraviarlos ante la opinión pública, lo que es aprovechado para resaltar la figura presidencial.
Para Acción Nacional estos actos buscan, por una parte, alentar un “culto a la personalidad” del Presidente que no se veía desde las épocas del viejo régimen y, por la otra, construirle una imagen de Estadista magnánimo y justo que se da la oportunidad de calmar y reconvenir a sus huestes en la engañosa defensa a nuestros gobernadores.
También queda claro que los abucheos e insultos para los gobernadores del AN fueron planeados y orquestados por los militantes de Morena, tal como lo denunció el Gobernador de Chihuahua, Javier Corral, quien opinó que estos actos son para “reconcentrar el poder”.
Acción Nacional rechaza este tipo de estrategia propagandística del Gobierno y reitera, una vez más, que los gobiernos estatales y municipales del PAN son los mejores, porque a diferencia de otros, son los que registran los índices más altos de crecimiento y atención de las demandas ciudadanas.
Las expresiones de odio e intolerancia por parte de Morena en los actos públicos, solo reflejan cerrazón y no contribuyen a la unidad de los ciudadanos. En ese sentido, hacemos responsable al Ejecutivo y a su partido de profundizar y alentar la división entre los mexicanos.