La Hummer iba a toda velocidad quemando llanta. En un santiamén el Tenoch, alias “El Guitarrista Fantasma” y el Barbi, con su playera Polo verde bandera número 2 y el David Karlos, les abrieron la pista aérea como si fueran los patrones, casi-casi les besaban las manos y les hacían caravanas. Ahí esta “mi juguete” dijo el gabacho, era una avioneta bien equipada a ojo de buen cubero, “vamos a dar el rol”, les dijo a los tunantes el hijo del George Bush. Ni madres yo no me subo a esos aparatejos, dijo el Tenoch, tengo pánico a las alturas, me vas a perdonar mi gringo, te agradezco que me salvaste del maldito Checos pero ya estuvo, estamos a mano, por las serenatas y andarte cuidando a ti a tu compadrito el narizotas, ya estuvo. -Jajajajajaja soltó el gabachagón al igual que el Deyvid, quien le espetó a su orgullo, -No que muy hombrecito, te tiemblan las piernas-. Pues dirán misa en latín, pero aquí se rompió una jerga y cada quien se a la verja… que más le llame la atención. Vale mi Guitarrista Fantasma, ya estás, te puedes ir a Chingapur, y me saludas a tu hermana, y tu a la tua mamá, mío gabachón y tu David Karlos, ya te metas tanta madre, cuídate la narizota que se te van caer, ya no chatees tanto por internet- Vete a la china de Mao, le reviró el narizotas arreglándose el copete de moda con su gel y toda la onda. Ya abordaban el “pájaro de acero” que en unos minutos se elevo por los aires, mientras que el Tenoch con su inseparable lira ya se alejaba también del aeropuerto de Atizapunk, cuando empezó a escuchar las sirenas de la patrullas que pasaron junto a su humanidad a gran velocidad en convoy, como si persiguieran al mismo enemigo público uno, como si fueran por los chicos malos…El Guitarrista Fantasma apuro el paso, con el pulgar comenzó a pedir un aventón, haber quien lo levantaba, paso una pick up que llevaba a unos macuarros que ya iban a la obra por el pueblo del ex presidente Adolfo López Mateos, de luego ya iba platicando los artesanos de la construcción, desafiando el aironazo de la madrugada, le convidaron de una tonaya que iban libando para apaciguar el frío, la resaca y el hambre y la cruda realidad, en retribución a su bonhomía, comenzó a cantar un arreglo de las rolas del Chepe Feliciano, “Pueblo mío de la Montaña/ que vives de la gamarra/ que no sabes para donde vas/ni a donde te quieren llevar/ que te esquilmas los bolsillos/ y tienen que trabajar como burro/ pero tienes que bregar/que será, que será /que será de mi vida que será si te aplican pecho tierra/ sin pestañar, una de niña de mi pueblo sonreirá… eres grande mi Fantomas, te vamos a invitar ora que sea la fiesta de mi pueblo chinga, cantas chido, gracias público conocedor, y volvieron a brindar por la vida y el rockanroll, para luego despedirse por las Alamedas, donde estaban reparando la casa de un “cacagrande”, un guey que trabajaba en el municipio, ya le habían platicado la historia sus espontáneos anfitriones ahora amigos, se despidió de la banda … para seguir sin rumbo fijo, cuando las tripas lo empezaron a regañar, del hambre y las emociones que no habían sido pocas.
Se subió en los Rápidos de Montealto, rumbo a Tlanepunk, se sentía sereno, después de haber lidiado con puro jijo de la chinampa, respiraba aire con benceno, pero finalmente aire, sin ataduras, descansaba su corazón, su alma y su voz aguardentosa cobraba vigor, ya no le salían los gallos giros que siempre echaban a perder sus presentaciones, desde aquel pacto con el ángel caído, “tú vida va a cambiar” le habían sentenciado. “Buenas tardes amables pasajeros disculpen las molestias que le ocasiona el Guitarrista Fantasma con esta rolas, les voy a interpretar unas rolas ojala sean de su agrado y si al final quieres regalarme una moneda que no afecte tu economía que Dios te la multiplique, gracias… Comenzó a rasgar las cuerdas de la de Paracho para interpretar a su modo la del Panteón Rococó “Por la mañana yo me levanto, no me dan ganas de ir trabajar/ por la mañana va la clase obrera de mi ciudad/ y en este mundo globalizado la gente jodida no tiene lugar/ han pasado siempre los años y esto no se sabe para cuando va a acabar/ la gente, la gente, le gente la joden, la joden, la joden”… y así de blues en blues ya iba en el bus de Indios verdes, reventándose aquella de “Amorcito corazón yo tengo tentación de un beso, y también de aquellito que me prometiste huarachuda/ yo quiero ser un solo ser y estará contigo, pero bien calientito/ te quiero ver en el querer para adorara un fin de semana cuando menos lalalararara y así siguió cantando sus rolas que le venían a la mente, cuando llego a la Ciudad amurallada, la tierra de sus antepasados, ya pasaba el medio día, el sol estaba que quemaba el coco y la sed y la jaira de hambre estaba como de perro callejero, se fue directo a las marisquería del “Puerto de Alvarado”, donde se refino una caldo de mariscos, un “vuelve a la vida” y unas “chelodias” Pacifico bien “muertas” ayayay papá, el Tenoch se reconciliaba consigo mismo, hacía mucho que no sentía esa paz, de olvidarse de todo el mundo y dedicarse al arte, a su música como siempre había querido, ya caminaba por la pirámide de Tenayucan, observatorio espacial de la ciudad amurallada, pero no contaba que se iba a encontrar con el Tizoc y, el Huitlacoche, un par de guitarritas errantes quienes lo invitaron de inmediato a un refuego, hacía tiempo que no veía a esos mortales, con quienes para el “desempanse” paso al expendio de pulques finos “El Terremoto”, ubicado en un montículo, donde se presumía que estaba sepultada una de las otras pirámides que habían honrado al Rey Xólotl, el más grande Tlatoani de la comarca y anexas que había tenido su reinado hasta Texcoco, Zumpango y Azcapotzalco, algunos ayeres. Cuando aquellos valles habían sido un paraíso y el cenzontle despertaba con su canto a los antiguos pobladores que se dormían al caer la noche con diminutas luces que prodigaban las luciérnagas, recordaba la memoria histórica por los pulques que embriagadores dejaban fluir el esquizoflujo y la triada comenzó con los boleros, “Sin ti no podre vivir jamás/ sin pensar que nunca mas estaré ya sin ti/ sin ti es inútil vivir como inútil será el quererte olvidar…. los aplausos y las cortesías no se dejaron esperar que los condujeron hasta el departamento de las damas, donde unas tlachicotonas también alzaban la mano y la “catrina” para brindar “por la Reyna Xóchitl y larga vida a Mayahuel”, el Tenoch se puso cachondo y ya estaba repegado con una pecosa que chupaba fuerte, tenia buena rabadilla y un “tiramaíz” de competencia, la química del aguamiel fluyó, el “néctar de los dioses”, cobraba sus victimas de la ya tarde noche que pardeaba con las primeras estrellas en el firmamento. La pareja enfilaba ya con rumbo desconocido, cuando del callejón de Mitla apareció un cabezón con una cornamenta como nunca la había visto el Tenoch, bueno solo en las películas y para más señas como las del HellBoy, portaba un filetero de miedo, que le bajo la briaga al Fantomas, ¿tu que haces con mi Gladis grandísimo “rasca tripas”? ¿Y tu perjura mujer que haces con este mariachi?…. una oscuridad como de tormenta con culebrón cubrió el paisaje y unas gruesas gotas de lluvia empezaron a caer, al tiempo que unas sombras se acercaron a la escena del ineludible duelo, que puso en alerta al Guitarrista Fantasma, pero eso es otra historia…..