El gobierno federal sabe perfectamente que ya no debería permitir eventos masivos, porque la quinta ola de Covid está aquí.
La clase masiva de box, que sólo sirvió para promoción personal de Claudia Sheinbaum, por ejemplo. O la marcha LGBT del sábado pasado.
El concierto de Silvio Rodríguez en el Zócalo. Y falta La Maldita Vecindad, en julio. Los mítines de los ya abiertos precandidatos de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de Toluca y de Coahuila. Vivan el populismo y la manipulación. Irresponsablemente, Hugo López-Gatell Ramírez, el mejor funcionario del mundo mundial -López Obrador dixit– no llama a cuidarse, a utilizar cubrebocas y a intensificar las medidas de prevención.
Es más, el 22 de abril hasta dijo que el uso de éste ya no tenía utilidad alguna, porque estábamos en semáforo verde, que llegaría al invierno.
Es más, anunció el fin de los reportes diarios.
Ya sabe, las proyecciones fallidas, como aquella de que ya un escena- rio catastrófico serían 60 mil muertos. Hoy son, oficialmente, 700 mil.
Ayer hubo 23 mil 148 nuevos casos positivos y 31 muertes.
Se trata del mayor pico de la quinta ola, que supera la primera y la segunda para un día y ni al gobierno ni a la población parece importarles. Además, se rompió la barrera de los seis millones, al sumar seis millones 10 mil 65 casos desde que comenzó la epidemia en 2020. En estos momentos, todos, todos, conocen a alguien que está contagiado o que lo estuvo en las nueve semanas más recientes, cuando comenzó la ola. La UNAM dijo el martes que el pico de la ola podría ser en julio. Reitero: cuídese, utilice el cubrebocas, lávese las manos, no se toque
los ojos ni la nariz o boca. ¡Ah! y no le haga caso a López-Gatell.
LA CORRUPCIÓN TAMBIÉN ESTÁ EN EU
Que circule un tráiler con 70 indocumentados en Estados Unidos no debiera ser fácil. Pero lo es.
Así como pasar cargamentos de droga, de mariguana, de cocaína, de anfetaminas, de fentanilo o de lo usted quiera por la frontera.
Y sólo hay una explicación: los policías, los agentes, los oficiales estadunidenses son igual o más corruptos que los mexicanos.
Los polleros cobran entre cinco y diez mil dólares por cruzar a un pollo, como llaman a los migrantes.
Multiplíquelo por 20 -cotización promedio del dólar en México- y sabrá por qué no se termina esa actividad y por qué del otro lado de la frontera circulan los vehículos con indocumentados a bordo.
Son entre cien y doscientos mil pesos.
Ayer, Francisco Garduño Yáñez, titular del Instituto Nacional de Migración (INM) dijo que el tráiler donde viajaban los 67 migrantes, de los que murieron 51, 27 mexicanos, no circuló por territorio nacional.
Que salió de Laredo, Texas, y que pasó dos retenes en Encinal, a 50 kilómetros de la frontera con México, y en Cotulla, a 109 kilómetros. ¿Cómo? Con sobornos. Porque revisan los camiones con rayos x.
Acaso esta vez no haya salido desde México, lo que significa que no cruzó la frontera, pero los camiones atraviesan todo el territorio nacional, cargados con migrantes mexicanos y centroamericanos.
No se ha acabado con la pobreza, por más dinero que se regale.
Por más arbolitos que se siembren para evitar la migración. Vámonos: Otro periodista asesinado. Antonio de la Cruz, reportero de Expreso y jefe de prensa de Movimiento Ciudadano en Tamaulipas.
Eso se llama impunidad. Más abrazos.
amontoya@ova.com.mx @albermontmex