Transcurridos los minutos que parecieron horas del sismo del jueves y después de observar los daños en Oaxaca, Chiapas, Tabasco y en menor grado en Veracruz, Guerrero y Puebla, sólo hay una conclusión: la Ciudad de México se salvó.
Los 8.2 grados en la escala Richter representan el movimiento más fuerte o intenso, por lo menos, en cien años, según el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Oaxaca, en la zona del Pacífico, es el estado más afectado, no sólo por la cantidad de muertos sino por el número de inmuebles que sufrieron daños.
El corte que hizo anoche Enrique Peña Nieto antes de volver a la Ciudad de México refiere 61 muertos -45 en Oaxaca, 12 en Chiapas y 4 en Tabasco-, pero el número seguramente crecerá en las próximas horas, cuando se remuevan más escombros.
Los expertos de la UNAM acallaron ayer la especulación de los miles de tuiteros y feisbuqueros que, sin el menor recato, siembran terror en las llamadas redes.
En una conferencia en la UNAM, especialistas del Instituto de Ingeniería; del SSN y del Servicio Mareográfico Nacional, ambos a cargo del Instituto de Geofísica (Igf), dijeron lo que ya sabemos: los sismos no son predecibles.
O sea, nadie es adivino.
Leonardo Ramírez, de la Unidad Sismológica del Instituto de Ingeniería, fue claro:
-Pese a que se trata de uno de los movimientos telúricos más intensos, la percepción de su intensidad fue una quinta parte del ocurrido en 1985.
Y es que esa es la percepción de quienes vivimos esos -jueves y viernes- terremotos de hace 32 años: duró más y se sintió igual.
La diferencia es, además de la distancia del epicentro -hoy en Chiapas; entonces, en Michocán y Guerrero-, que aquel fue trepidatorio y este, como otros semejantes, oscilatorio.
Lo cierto es que, desde la falsa alerta del miércoles, quedó demostrado que los habitantes de la Ciudad de México y el Estado de México hemos crecido en educación y en materia de protección civil.
Hay que estar alertas por la réplicas.
Hasta esta madrugada sumaban 531.
Habemus año electoral
Ríase, carcajéese:
Lorenzo Córdova Vianello, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), aseguró que no permitirán trampas ni triquiñuelas en la elección 2018.
¿De verdad?
¿Y cómo lo van a hacer?
-El Instituto Nacional Electoral no permitirá trampas que generen ventajas indebidas trastocando esas reglas y que vulneren con ello el principio de equidad que rige toda elección democrática, dijo con cara de “estoy diciendo la verdad”.
Y como dijera La Maestra encarcelada, chiapaneca para más señas:
-¿Tú le crees a Córdova?
Desde ayer y hasta julio de 2018 las batallas y el reguero de estiércol contaminará hasta el hartazgo a los mexicanos.
El clímax, la elección del 1 de julio, cuando presuntamente en las urnas se decida quién será el nuevo ocupante de Los Pinos, hasta 2024.
En el paquete van nueve gubernaturas -Veracruz, Tabasco, Yucatán, Chiapas, Puebla, Morelos, Jalisco, Guanajuato y Ciudad de México -, la Cámara de Diputados federal, el Senado, al menos 1548 alcaldías y congresos locales. En total, 3 mil 326 cargos. Todos los que vengan a su mente.
– El INE y los Organismos Públicos Locales Electorales estaremos a la altura de las exigencias y sacaremos las tarjetas que sean necesarias para garantizar la equidad , añadió.
Sí, el consejero presuntamente de izquierda, pero que cobra con la derecha, clasista, promete lo que, hasta ahora, no ha hecho: poner orden y hacer que se respete la ley.
Paquete y la peor inflación en 16 años
José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público, entregó ayer el paquete económico 2018.
En éste, destaca oootro recorte -aunque mínimo- de 28 mil 300 millones de pesos, “sin afectar programas sociales ni de seguridad”, crecimiento de entre 2 y 3 por ciento; inflación de 3 por ciento; dólar en 18.10 devaluados pesos y petróleo en 46 dólares.
El amigo de Luis Videgaray Caso, aprendiz de canciller, y quien lo promueve para Los Pinos con la esperanza del continuismo, dijo ayer en diversas entrevistas que la estabilidad económica demuestra la fortaleza y el acierto de las decisiones del gobierno federal, así como la aportación de las reformas estructurales.
Lo que no dijo es que la inflación de 6.66 por ciento reportada el jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) es la más alta en 16 años.
Tampoco que el disparo en la cotización del dólar, que a principios de año rondaba los 21 pesos, se contuvo con el aumento en las tasas de interés, lo que significa precisamente un incremento de precios y que el dinero se encarezca.
De igual modo no mencionó el gasolinazo, que de un solo golpe incrementó 20 por ciento los combustibles apenas en enero, lo que, evidentemente, dispara los precios de todo, absolutamente, aunque según sus fórmulas y algoritmos digan lo contrario y casi, casi demuestren que usted, su vecino, su vecina, su compadre y yo ganamos más cada año y tenemos un poder de compra mayor.
Basta señalar, por ejemplo, que un litro de leche costaba al principio del peñanietismo 10.50 pesos y que hoy, cinco años después, ronda los 18 pesos.
¿Y los salarios?
Son los mismos, acaso con ajuste anual “por inflación” de 3 por ciento promedio.
O sea, si usted ganaba en 2012, cuando comenzó esta pesadilla, 350 pesos por jornada -en el mejor de los casos- o diez mil pesos mensuales, podía comprar 33 litros de leche diarios, mientras hoy sólo 19.4.
La inflación, que Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México, dice que bajará hasta el nivel soñado de 3 por ciento, suma 13 meses consecutivos al alza, es la más alta para agosto desde hace 17 años, superada solamente por 2000, cuando fue de 9.10 por ciento.
O sea, la estabilidad está inflada.
¿O me equivoco?
Otra de Videgaray
“Ignorante y cobarde” decisión del gobierno de México declararme persona non grata, dice el embajador de Corea del Norte, Kim Hyong Gil.
Y el joven Luis Videgaray, quien parece que disfruta cuando genera conflictos, afirma que no se han roto las relaciones diplomáticas con el gobierno de Kim Jong-un.
¡Ah, bueno!
Porque parece todo lo contrario.
La decisión se da, dice el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), por violaciones al derecho internacional y a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que ponen en peligro a socios como Japón y Corea del Sur.
O sea, critica a Venezuela y a Maduro, porque rebota en Andrés Manuel López Obrador y beneficia al PRI-gobierno, y a Corea del Norte y su ciertamente dictador y desquiciado Jong-un, por queda bien con Estados Unidos y el demente Donald Trump.
-Seguiremos con el fortalecimiento de las armas nucleares, mientras que Estados Unidos no abandone su presión a Corea, dijo el diplomático.
Videgaray se escudó en que las pruebas atómicas son inaceptables y que México firmó el Tratado de Tlatelolco, que prohíbe su usp en Latinoamérica, y ahora lo hará con la ONU.
Vámonos: Parece que los chapulines en el PRI están en extinción.
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