Claudia Sheinbaum Pardo madrugó el jueves a Marcelo Ebrard Casaubon en la carrera 2024.
La ex delegada en Tlalpan y hoy jefa de gobierno de la CDMX sueña con ser la candidata presidencial de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y se armó una fiesta en el Auditorio Nacional, donde se celebraba el tercer aniversario del triunfo de 2018.
El plan contemplaba que de entre los asistentes, todos morenistas, alguien se levantara de pronto y comenzara a corear “¡Presidenta!”, “¡Presidenta!”, para que pareciese algo espontáneo, natural.
Que ese destape se publicara en las portadas de los conservadores y vendidos periódicos y revistas.
Pero, ¡oh, sorpresa!, las reacciones fueron adversas.
Y, cómo no, si se vio más actuado que las mañaneras de Andrés Manuel y su quién es quién en las mentiras.
Y luego la pregunta sembrada en la conferencia del viernes por la mañana, sobre si está interesada en ser la candidata presidencial, a lo que, conforme al libreto de todos los que quieren pero fingen, dio la trillada respuesta:
-Por ahora mi único interés está en servir a la CDMX y a sus habitantes. Cumplir con mi encargo.
Neta que son igualitos.
Y luego todavía se atreven a decir que son distintos, que los del pasado se quedaron allá.
Mientras Sheinbaum se enfiestaba sin importarle los 26 muertos de la Línea 12 del Metro ni los 26 del colegio Rébsamen cuando era delegada en Tlalpan, Ebrard, su competidor, andaba de viaje atendiendo los encargos presidenciales.
Total, ya le tocará su turno.
En tanto, tenía a su muchacho ahí, metido, en el festejo . No contaban con que la tribu morenista, guerrera en su mayoría, lo rechazaría y abuchearía.
A Mario Delgado Carrillo le faltó colmillo, porque no vio venir el sablazo de la gente de Sheinbaum.
Se la debe Andrés
Andrés Manuel tiene una deuda con Ebrard, luego de que en 2012 éste se hiciera a un lado para que el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y su rémora, Partido del Trabajo, fuese él.
¿Recuerda aquella encuesta patito que se organizó y aplicó nadie sabe cómo ni cuándo para definir al abanderado de la presunta izquierda mexicana?
Sheinbaum sólo será la candidata si a López Obrador le conviene.
De lo contrario, concluirá su encargo en la CDMX y se irá a la campaña de Ebrard en busca de la continuación de la beca.
El derrumbe de la Línea 12 en mayo pasado y las 26 muertes de inocentes, incluido un niño de doce años de edad, los ha marcado ya y será muy difícil sacudírselo.
Después de ver el apoyo a Félix Salgado Macedonio, pese a las acusaciones de violación y abuso sexual, está claro que recibirán respaldo desde Palacio Nacional, sin importar los muertos.
Total, los muertos, muertos están.
Las remesas
En mayo pasado se impuso nueva marca de remesas.
Es decir, el billete que los mexicanos envían desde el exterior, principalmente Estados Unidos, producto de su trabajo y sacrificio, que significa terminar el trabajo.
Nomás 4 mil 500 millones de dólares.
Y, como si fuese un orgullo que los mexicanos tengan que dejar su país, su familia y sus amigos para poder mantenerlos, Andrés Manuel -candidato presidente y siempre en campaña- lo presume como si fuese un logro de su gobierno tener más mexicanos en Estados Unidos trabajando como burros, como decía mi abuelo.
¡Ponchado!
Tres lanzamientos y tres abanicadas.
Andrés Manuel -algo extraño- no le dio a Doña Blanca y le pegó al aire.
Reinauguración de los estadios de beisbol comprados y remozados por el gobierno federal.
¿Acaso es una señal?
Vámonos:
Tercer robo de armas en Tlalnepantla y el alcalde de Morena, Raciel Pérez Cruz, no mueve a su jefe de la policía, César Dorantes Rodríguez.
¿Pues qué le debe?
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