Llegando al 1ro. de julio, México no tiene nada que celebrar. Contrario a los espejismos y fantasías que López Obrador busca vender desesperadamente a sus discípulos y fanáticos, con el fin de mantener sus esperanzas y su base social electoral, el país actualmente se debate entre la peor crisis de inseguridad y violencia, así como al borde de una crisis económica.
Y es que no es lo mismo ser villa melón y desde las gradas criticar a los toreros, que entrar al ruedo y reconocer que no se contaba con el menor talento para capotear las embestidas del toro. Pero el orgullo y la soberbia de AMLO es mayor y, antes que reconocer haber vivido en el error y su incapacidad, mejor sacar el catálogo de culpables históricos y hablar con base a dichos, datos imprecisos y maquillados, para decir que “vamos requeté bien”.
Pero la realidad es más necia que el merolico de Macuspana y revela, por más que lo quiera simular u ocultar, que las cosas en el país no van nada requeté bien, ni si quiera bien a secas, van muy mal.
Si nos remitimos a los dos principales temas y demandas, que manifestaban los ciudadanos en las encuestas, como problemas principales a resolver durante la campaña electoral de 2018, que son: Seguridad y crecimiento económico; hoy podemos observar que en ambos aspectos México tiene peores cifras que hace un año.
En inseguridad, al cerrar el mes, nos encontramos que junio se convirtió en el mes más violento de la historia, presentando el mayor número de ejecuciones de todos los tiempos, con más de 2 mil 543 homicidios relacionados con la delincuencia organizada; con 6.6% más homicidios que el mes anterior, que ya era catalogado como el más violento en los últimos 10 años.
Con estas cifras escalofriantes, observamos que en promedio hubo 74 personas asesinadas por día, durante junio. Mientras que, en el acumulado del año 2019, los “muertos de López obrador” suman ya 18,513; es decir, 4,882 más que los acumulados por Peña en el mismo período, en 2018. Según los propios datos oficiales del gobierno federal, en su reporte de “Víctimas reportadas por delito de homicidio”, enero-junio de 2019.
En cuanto a la economía, la mexicana corre el riesgo de caer en el circulo vicioso de estancamiento, para llegar a una posible recesión y, posteriormente a una crisis.
Así lo vaticinan economistas de las principales universidades del país (UNAM, TEC e ITAM), que coinciden en que el crecimiento del producto interno bruto del país no será tan elevado como lo promete AMLO e, incluso, advierten riesgos de sufrir una recesión real.
Lo anterior, coincide con las proyecciones del FMI y las firmas financieras, como Barclays, Moody’s, Fitch, entre otros. Los especialistas consideran que el crecimiento económico del país estará rondando por el 0.1%, muy lejano al 4% prometido por López Obrador, para 2019.
La señal de que la economía no va bien en el país, es la caída de la actividad de la construcción, que es la generadora de más empleos directos e indirectos, la cual lleva ocho meses consecutivos de declive, con una caída promedio de -2.4%.
También, el consumo de la población ha caído, lo cual refleja que el público ha reducido su gasto por dos factores: por incertidumbre, prefiriendo ahorrar para prever una crisis o por que se han reducido los ingresos. Según el Índice de Confianza del Consumidor, la confianza de los consumidores apuntó en mayo pasado su nivel más bajo en lo que va del año, el cual descendió 2.2 puntos respecto de abril.
En cuanto a la confianza de inversionistas, las cifras de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), del Inegi, arrojan que el sector Manufacturero observó una caída de -1.1 puntos, mientras, el de la Construcción descendió 0.5 puntos y el del Comercio 0.2, respecto al mes de mayo. En ninguno de los tres sectores, los inversionistas observaron que este sea un buen momento para invertir.
Todo lo anterior, se ha reflejado en la caída de los empleos formales, en mayo pasado, el número de nuevas plazas laborales dadas de alta en el IMSS se hundió hasta el 88.2%, lo que hace a éste el peor mes para el empleo desde 2015, cuando se perdieron 7,455 empleos.
Así, podemos concluir que, más allá de la retórica optimista y fantasiosa de López Obrador, al país no le está yendo bien en materia de seguridad y economía, en tiempos de la 4ta.. Los números avanzan de manera contraria en ambos temas: con la inseguridad y violencia al alza, mientras que la economía, la inversión y el empleo van a la baja.
Con esos resultados, sólo podemos declarar: Si con Peña Nieto estábamos mal, ahora, con López Obrador estamos peor.