El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene en sus manos su futuro: se mantiene al lado del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la alianza antinatura pero necesaria por ser la única opción para enfrentar a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) o traiciona a quienes votaron por ellos y a sus hasta ahora aliados y apoya a la reforma eléctrica.
No hay opción.
No hay puntos medios.
Porque el PRIMor existe.
Y, por miedo, por su naturaleza acomodaticia o por genética, el tricolor ha ayudado a Morena a pasar reformas.
Que no vengan con el cuento de que van a convocar a expertos y a someter la propuesta de Andrés Manuel López Obrador a una discusión, a un análisis, a un debate.
Andrés Manuel lo dijo en la mañanera del 8 de junio de este año, cuando analizaba la tragedia de perder la mayoría calificada en la elección del 6 de junio:
– Si se quisiera tener mayoría calificada, que son dos terceras partes, se podría lograr un acuerdo con una parte de legisladores del PRI -o de cualquier otro partido- pero no se necesitan muchos para la reforma constitucional.
La eléctrica es una reforma constitucional, por lo que el presidente y Morena necesitan al PRI para sumar 334 votos y pasarla.
Y aunque el tricolor tiene 71 diputados, Morena y sus aliados sólo necesitan 56 para alcanzar la mayoría calificada.
Por eso le dieron la Junta de Coordinación Política, que preside Rubén Moreira, por eso lo consienten y por eso cuentan con sus votos. Y le dieron también la Comisión de Gobernación y la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Alejandro Moreno Cárdenas, líder del PRI nacional, ha sucumbido ante los coqueteos presidenciales.
Aquel 8 de junio primero dijo que no estarían cerrados a todas las iniciativas y propuestas, pero, ya entrada la noche, reculó y dijo que no, que no pasaría la reforma y bye.
Que la antinatura continuaría.
Pero, ahora, volvió a modificar su discurso.
El PAN lanzó un no rotundo… y el tricolor un “no, pero déjame pensarlo”.
Dice Moreno Cárdenas que podrían analizar la propuesta, pero que a ellos nadie los presiona.
Que se esperen.
Eso, si quieren discutirlo.
Y en senadores el panorama no es distinto.
Ricardo Monreal, coordinador de los senadores morenistas, sabe perfectamente que Morena no alcanza mayoría y que debe negociar.
Y son 8 los votos que necesitan.
El anzuelo lo lanzaron desde Palacio Nacional y el PRI lo mordió.
Va por México, la antinatura, se tambalea.
Vámonos: Claudia Sheinbaum reitera que en la glorieta donde estaba la figura de Cristóbal Colón se colocará la de una mujer indígena.
Lo que hagan las feministas – exigir que la glorieta sea en honor a Las Mujeres que Luchan, grupo que busca a familiares desaparecidos, le tiene sin cuidado-.
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