Sí, hay más muertos.
Sí, los matemáticos tenían razón.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer ayer un subregistro en el número de muertos por Covid-19, basado en estadísticas administrativas de defunciones y en actas de defunción.
El porcentaje y la cantidad varían, porque el gobierno federal ha manejado cifras distintas.
De enero a agosto de 2020, la Secretaría de Salud reportó 64 mil 158 muertos, mientras el Inegi sumó 108 mil 658, con base en las actas.
Con esos números, la diferencia es de 69 por ciento.
Alrededor de 44 mil 500 fallecimientos más.
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell tuvo que reconocerlo el año pasado, cuando las proyecciones de especialistas señalaban que el número de víctimas era superior, aunque dijo que al concluir la epidemia se sumarían los casos no registrados, en caso de ser reportados y contabilizados.
Según la página donde aparece el exceso de mortalidad de la Secretaría de Salud, en el mismo lapso de tiempo hubo 69 mil 849 muertes.
La diferencia es, en ese caso, de 55.56 por ciento.
Aproximadamente 38 mil 809.
Pero hay otra cifra: 75 mil 017 muertes oficiales, 45 por ciento más.
Cualquiera que sea el porcentaje, la realidad es esa.
Un fracaso absoluto en la estrategia, con falta de pruebas y, en consecuencia, seguimiento de casos y contactos; negativa a gastar, a invertir en la detección de contagios y, principalmente, a promover y utilizar el cubrebocas, por temor a afectar la imagen presidencial.
Ayer, el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, fue contundente: el sistema de Salud fue rebasado y así lo demuestran los 150 mil muertos en México.
En la presentación del documento Reflexiones sobre la respuesta de México ante la pandemia de Covid-19 y sugerencias para enfrentar los próximos retos, aseguró que la se requieren criterios técnicos para la vacunación, siguiente paso.
Y ni así, López-Gatell reconoce que la epidemia está fuera de control.
En su conferencia nocturna desde el confinamiento, por haber estado en contacto con Andrés Manuel López Obrador, quien tiene Covid-19, dijo que esos datos están incompletos, tal como lo dijo cuando Mexicanos Contra la Corrupción (MCC) también alertó sobre el número de muertos, o cuando matemáticos como el doctor Arturo Erdely Ruiz, académico de la FES Acatlán, en la UNAM, dijo que las cifras deberían multiplicarse, al menos, por ocho.
¿Lo recuerda?
Erdely Ruiz advierte ahora, que si no se apura la vacunación, la cifra podría llegar a 600 mil muertes.
El subsecretario dijo anoche que se tomarán en cuenta las conclusiones del documento presentado y que se hará un ajuste en la estrategia… once meses y 300 mil muertos -cuando menos, si se usan los factores de los científicos- después.
Y todavía la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien encabeza las mañaneras en Palacio, por orden presidencial, se atreve a decir que el virus está controlado.
-Yo creo que está absolutamente contenido, en este momento, y en un ligero descenso, hasta donde tenemos conocimiento, dijo.
Doña Olga no se enteró que la noche del martes Claudia Sheinbaum informó que murieron 365 personas en la CDMX y anoche 464.
El pico anterior era de 354.
¿Y dónde está Andrés Manuel López Obrador?
La fotografía más reciente del tabasqueño fue el lunes, tras la llamada telefónica con Vladimir Putin en la que se acordó el envío de 24 millones de dosis de la vacuna Sputnik.
Han pasado 72 horas de eso y no se ha vuelto a publicar nada en sus redes ni se ha emitido una imagen oficial en la página de la Presidencia.
Cuatro días después de conocerse que está contagiado de Covid-19, sólo se conoce lo que dice Sánchez Cordero en la conferencia matutina.
Pese a que él mismo ordenó transparencia en el manejo de la información, no ha habido.
No pasa de un “el señor presidente se encuentra muy bien, de buen ánimo y mejorando” o “presentó febrícula y dolor de cabeza, pero está muy bien”.
Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Salud, no ha acatado la orden. Desde el lunes dijo que se reservarían detalles clínicos.
Se necesita una fotografía de Andrés Manuel, un mensaje en video o uno de voz para no generar especulaciones y hasta mentiras, como las que ya ha tenido que enfrentar Jesús Ramírez Cuevas, vocero presidencial.
Vacunación, economía y protección de niños, prioridad de Pavlovich
Avanzar en la vacunación contra el Covid 19 y en la atención de la pandemia, recuperar la economía y los empleos, fortalecer el sistema educativo y la protección de niñas y niños son prioridad para Claudia Pavlovich Arellano, gobernadora de Sonora, quien asumió ayer la presidencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Ante los gobernadores y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quienes se reunieron virtualmente y enviaron un mensaje de solidaridad a Andrés Manuel López Obrador para que se recupere, la mandataria emanada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) dijo que el primer tema en la agenda es la pandemia.
Pavlovich Arellano releva en el cargo a Juan Manuel Carreras López, gobernador de San Luis Potosí. El vicepresidente es Alejandro Tello Cristerna, gobernador de Zacatecas.
Chamaquean al PAN
Los integrantes del Partido Acción Nacional (PAN) fueron chamaqueados.
Están tan contentos con la alianza con sus nuevos mejores amigos del Partido Revolucionario Insittucional (PR) y lo que queda del PRD, que no se han percatado de que uno de los municipios más importantes de la entidad, Metepec, aparece en el siglado del IEEM con el PRI a la cabeza.
¿Ven cómo les hace falta ver más bax?
Vámonos: Mi compa Max Cortázar es el nuevo mero mero en Tamaulipas.
Un día después de que la ONU comparara la matanza de San Fernando, allá por 2010, Francisco Cabeza de Vaca cambió de estratega en la comunicación.
Bien por el ex baterista de Timbiriche, quien manejaba la comunicación de Felipe Calderón Hinojosa.
albermontmex@yahoo.es @albermontmex