La Sonda Parker pudo acercarse más que nunca a la órbita solar y tocar la parte superior de la estrella más importante de nuestra galaxia, informó este jueves la revista británica Nature.
La sonda encontró que a más de cinco millones y medio de kilómetros el sol emite una fuerte radiación que consume las partículas de polvo cósmico o cualquiera de los cuerpos que se acerquen a esta zona.