Sorry o aiga sido como aiga sido, dijo prácticamente el presidente Felipe Calderón al embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, luego de la confusión-emboscada-ataque que presuntamente policías federales armaron contra dos espías de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos) y un elemento de la Secretaría de Marina mexicana. “Quiero manifestarle, embajador, que lamento profundamente los sucesos de hace unos días en el estado de Morelos. Como ustedes saben, se está investigando a fondo, con todo rigor y severidad, por la Procuraduría General de la República (PGR) para deslindar responsabilidades y actuar en consecuencia”, dijo Calderón en el Museo Nacional de Antropología, al abordar por primera vez públicamente el bochornoso tema. “Porque no podemos permitir que pasen esos hechos, sea por negligencia, sea por falta de capacitación, sea por falta de confiabilidad, sea por complicidad, no pueden permitirse esos hechos y se están investigando absolutamente y con todo rigor”, dijo. En la inauguración del foro nacional Sumemos causas, ciudadanos + policías, al que no asistió Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, creador de esos agentes, calificados por él y por Calderón como la mejor policía de todos los tiempos en México. Y fue notoria su ausencia debido a que al evento sí asistieron la procuradora general de la República, Marisela Morales, y el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, ambos responsables del área de seguridad. La Secretaría de Marina (Semar) emitió un comunicado, digamos más oficial, donde asegura que el marine azteca no era chafirete de los gringos y que no conducía la camioneta, sino que iba en la parte trasera y su labor era de enlace, traductor e intérprete de los misteriosos espías. Dice, además, que fue él quien solicitó ayuda a sus compañeros, precisamente cuando comenzó el ataque, y que de ninguna manera viajaba adelante. ¿Y qué sucedió? Al otro día se supo que los gringos ya estaban en su terruño, bajo el cuidado de sus familias y las autoridades estadunidenses. Y conforme pasan los días, paradójicamente –México lindo y querido-, lejos de esclarecerse, el caso se enreda más. Hay doce agentes federales arraigados, acusados de pretender dar mate a los tres tripulantes de la Toyota con placas diplomáticas, dos espías, agentes o contratistas de la CIA que se pelaron sin declarar –cuando menos hasta ahora no se conoce-, y decenas de preguntas sin respuesta. Sin pruebas Una vez más la izquierda se queda en la orilla. El Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), vulgo Trife, declaró la validez de la elección del 1 de julio y el consiguiente triunfo del priísta Enrique Peña Nieto, porque no encontró prueba alguna de todo lo que argumentaba el Movimiento Progresista de Andrés Manuel López Obrador. Pero no debe culpar sólo a los magistrados, que en su posicionamiento y fallo no encontraron una sola, por mínima que fuera, prueba o indicio de que la razón asistiera a los lopezobradoristas, sino hacer un análisis propio para darse cuenta de que no supo ni ha sabido jamás armar una estrategia, protestar ni aterrizar sus reclamos. Polémico o no, el fallo ahí está y se dio con base en la ley. Eso no lo pueden discutir quienes forman parte del Movimiento Progresista. ¿Con base en qué ley? En la que los partidos políticos han aprobado, incluidos, por supuesto, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT), y el Movimiento Ciudadano (MC), antes Convergencia. Ya en 2006 el grupo de Andrés Manuel López Obrador cometió errores garrafales y de principiante que le llevaron a tirar por la borda un triunfo que parecía seguro y que obtuvo Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Y así como la sentencia del Trife se dio con base en una ley electoral aprobada por los partidos y, por supuesto, en la Constitución Mexicana –“nada ni nadie está por encima de la Constitución”-, la elección también, por lo que puede concluirse que la izquierda sabía en qué condiciones competía, con cuáles reglas –insisto, aprobadas también por ellos-, por lo que su derrota sólo significa que el PRI, ganador legal, según el tribunal, supo aprovecharlo mejor. Esa es la realidad, aunque duela a los lopezobradoristas y a quienes les siguen. Ridículo de Ana ¿Cómo puede calificarse el ridículo que hizo la ex corredora Ana Gabriela Guevara en la Cámara de Diputados? La sonorense, excelente en los 400 metros lisos, pero un fiasco como política, acudió bañadita y bien peinada a San Lázaro el miércoles para la instalación de la legislatura, pero ¡oh, sorpresa!, se equivocó, que no es diputada sino senadora y que la ceremonia no era ahí, sino en Reforma e Insurgentes, donde está la nueva sede del Senado. Presta, se fue corriendo para llegar puntualita. “Llevaba prisa” El regreso de Alonso Lujambio Irazábal fue muy emotivo. Después de ocho meses fuera del país para someterse a un severo tratamiento contra el cáncer de médula que padece, el otrora consejero electoral, ex comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), ex secretario de Educación Pública y frustrado candidato presidencial del PAN volvió a la actividad pública, atado a una silla de ruedas y físicamente disminuido. “Me di cuenta que vivía aprisa y ahora que enfrento a la muerte me doy cuenta de que no tiene caso, no tiene sentido. ¿Por qué llevaba prisa?”, aseguró Lujambio en entrevista telefónica el miércoles, cuando reapareció en el Senado, donde Felipe Calderón lo colocó tras saber de su enfermedad. Lujambio reconoce que no ha vencido la enfermedad “demoniaca”, que desaparece tras la quimioterapia y reaparece días después. Impresionante y emotivo. GameDay en San Lázaro Hoy comenzarán oficialmente los trabajos en el Congreso a las 17:00 horas y el primer acto será la entrega-recepción del sexto y último informe de gobierno del presidente Felipe Calderón, que el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, llevará a San Lázaro y recibirá el presidente de la mesa directiva, Jesús Murillo Karam, quien, por cierto, colocará la banda presidencial a Enrique Peña Nieto el próximo 1 de diciembre. La Policía Federal y la policía capitalina resguardan el recinto, donde se darán cita diputados y senadores –además de invitados-, para comenzar a disfrutar de la beca formalmente. En Reforma e Insurgentes, uno de cada dos senadores de la LXII Legislatura viene de una diputación federal o local o lo que es lo mismo: 63 de los 128 becados durante seis años ya lo hicieron por tres años. Nueve años viviendo del erario –sin contar, claro, cargos anteriores- ¿no está mal, verdad? Destaca el caso del llamado Niño Verde, Jorge Emilio González Martínez, heredero del Partido Verde Ecologista, que de ecologista tiene sólo el nombre y el logotipo. En la lista aparecen doce ex presidentes municipales y ex gobernadores. Ernesto Ruffo Appel, de Baja California; Patricio Martínez, -quien libró un atentado con un tiro a la cabeza-, de Chihuahua; Ismael Hernández Deras, de Durango; René Juárez Cisneros, de Guerrero; Juan Carlos Romero Hicks, de Guanajuato; Enrique Burgos, de Querétaro; Félix González Canto, de Quintana Roo; Teófilo Torres Corzo, de San Luis Potosí; Manuel Cavazos Lerma, de Tamaulipas, y Manuel Bartlett –presunto cerebro de la caída del sistema de 1988, de Puebla, ¡por el PT! Luisa María Calderón Cocoa, hermana de Felipe Calderón, y Mariana Gómez del Campo, sobrina de Margarita Zavala, esposa del presidente, están también en la nómina. La primera, como premio de consolación tras su estrepitosa derrota en Michoacán, y la segunda, como prolongación de su fuero en la ALDF. Y el PRI, como siempre, con su séquito de líderes sindicales como Joel Ayala, presidente de la FSTSE, y Carlos Romero Deschamps, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), con todo y las balconeadas en facebook a su hija que gasta a manos llenas. Por supuesto, el coordinador tricolor, Emilio Gamboa, líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP). ¡Ah!, el PRD no se queda atrás. Llegan chapulines y trepadores al Senado desde la ALDF, como Alejandra Barrales, Alejandro Carbajal, Dolores Padierna -sin cargo de elección, pero veterana de mil batallas-, Guillermo Sánchez, Aleida Alavez, Alejandro Sánchez Camacho, José Luis Muñoz, Fernando Cuéllar entre otros. Sin bola… de cristal Un tanto por la gripe aviar que azota la zona de Los Altos, Jalisco, y otro tanto por la voracidad de los distribuidores, pero el huevo no baja, se mantiene por encima de los 30 pesos el kilogramo y las declaraciones sin sentido de los funcionarios continúan. Es el caso de Bruno Ferrari, secretario de Economía, quien además de recomendar a la gente no comer huevo mientras esté caro y buscar otra proteína, aseguró que no tiene “bola de cristal para saber cuándo bajará” y que será hasta el año próximo… ¡cuando esta administración ya no esté! Slim, al pambol Carlos Slim, el empresario más rico del mundo, entra al futbol mexicano con la adquisición del treinta por ciento de las acciones de Pachuca, León y la Universidad del Futbol, propiedad de Jesús Martínez, no sólo con el fin de diversificar inversiones, sumar propiedades y acrecentar su capital, sino porque competirá directamente con Televisa, propietaria del América, Necaxa y San Luis –éstos desincorporados, oficialmente- en un campo más. Slim busca, con la compra a través de América Móvil (Telcel), un escaparate más para su publicidad, que portarán, sin duda, ambos equipos. Por si fuera poco, en su objetivo hasta ahora no cristalizado, de tener canal de televisión, aprovechará para transmitir los encuentros de León por Unotv en internet. León no cuenta con contrato televisivo hasta ahora y sus juegos se ven sólo en la imaginación. Arturo Elías Ayub, yerno de Slim y portavoz de sus empresas, fue presidente de Pumas de la UNAM cuando Hugo Sánchez era entrenador y ganó dos campeonatos consecutivos. El Pentapichichi es hoy estratega… de Pachuca. Saque conclusiones. albermontmex@yahoo.es twitter: @albermontmex
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