OTUMBA, Méx.- Como parte de las actividades de supervisión y buen manejo de los penales del Estado de México, el titular de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Valiente Hernández, realizó un recorrido en el Penal de Otumba Tepachico, y en la Penitenciaria Modelo, Dr. Guillermo Colín Sánchez, ubicada en Nezahualcoyótl.
Acompañado de Rubén Fernández Lima, Director General de Prevención y Readaptación Social estatal, el Comisionado supervisó las actividades del Penal de Otumba, que alberga una población interna de mil 57 reos, de los cuales 846 son sentenciados y el resto procesados.
Revisó las diferentes zonas del penal como son la armería, el centro de monitoreo, la unidad médica y dental, así como las áreas de productividad para los internos como son panadería, tortillería, cocina y los tallares de industria penitenciaria.
Además ingreso al Módulo de Conductas Especiales para verificar las condiciones en que viven los internos.
En tanto que en la penitenciaría Modelo, el Comisionado recorrió el área que ocupan 309 internos, quienes tienen la posibilidad de tener el beneficio de prelibertad, y se les ofrece un tratamiento intensivo.
“Todo el año desarrollamos actividades culturales, días del Padre, Día del Niño, entre otros, de manera que todo el ciclo escolar tienen actividades recreativas y culturales”, comentó la directora del centro Verónica Jiménez, quien mostró todas las áreas donde se desenvuelven los internos, además de recorrer las instalaciones donde se construyen las salas de juicios orales.
La Penitenciaria Modelo es un Centro de Reinserción Social con un estricto sistema disciplinario, cuenta con un programa único a nivel nacional, que busca establecer un método obligatorio de educación, capacitación y ocupación para los internos provenientes de otros centros que presentan buena conducta y que están a sólo dos años de concluir su sentencia.
Lo anterior, a través de un sistema que combina el método educativo tradicional con el psicocinético, que consiste en trabajar en forma paralela o altamente el cerebro y el cuerpo del interno como propulsores de cambio.
Ambos reclusorios cuentan con la Certificación de la Asociación de Correccionales de América (ACA), que lo avala por el manejo de estándares internacionales de seguridad, protocolos y uso eficiente de espacios.