Gran incertidumbre y temor existe entre los transportistas de la Ciudad de México y zona conurbada del Estado de México, en relación al proyecto que trae entre manos el gobierno de la ciudad encabezado por la gobernadora Claudia Sheinbaum Pardo, que pretende incorporar al transporte público de pasajeros de la CDMX en general, al programa de pago de pasaje a través de una “tarjeta universal” manejado por el gobierno local.
El temor y las dudas que surgen al respecto, se basa en que las rutas en su mayoría y el transporte público de pasajeros en sí, no son propiedad del gobierno de la ciudad, lo que crearía un conflicto de grandes proporciones al querer realizar los cobros por adelantado a través de las tarjetas que acostumbra el sistema de transporte de la ciudad de México, además del mecanismo que podría utilizarse para el pago a los concesionarios y dueños verdaderos del transporte público de la ciudad, quienes prestan el servicio a los beneficiarios.
Cabe señalar el transporte público de pasajeros en la Ciudad de México, es una concesión que obtuvieron ciudadanos de parte del gobierno; por lo que, conforme a la ley, se debe respetar las concesiones otorgadas y el sistema de trabajo implementado por los transportistas, sin querer abusar del poder del gobierno en contra de los transportistas.
Una de las grandes preguntas que se hacen los concesionarios, en caso de que llegara a consolidarse el proyecto de usar una “tarjeta universal” para el pago de transporte de la ciudad; refiere a cómo se haría el pago, a las empresas por el importe que pagan por adelantado los usuarios, si se hace a través de una tarjeta que quiere implantar el gobernó capitalino.