Los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) y el Instituto Nacional Electoral (INE) están entregados a Andrés Manuel López Obrador, por lo que jamás fallarán en su contra.
Concluir que la elección presidencial del 2 de junio fue limpia e inmaculada, después de que López Obrador usó los programas sociales y la obra pública para favorecer a Claudia Sheinbaum Pardo y comprar el voto, además de hacer campaña todos los días desde su stand up de Palacio Nacional así lo demuestra.
El tribunal no fue capaz ni siquiera de avalar la legalidad de la elección, como hizo, pero señalar las constantes intervenciones del que se dice presidente demócrata, pese a que el 17 de julio lo había hecho.
La Sala Superior determinó entonces que el presidente Andrés Manuel López Obrador “vulneró los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad, así como el uso indebido de recursos públicos durante las llamadas mañaneras, del 21, 22 de marzo y el 12 de abril del 2024.
Asimismo, confirmó la vulneración de la contienda y el uso indebido de recursos públicos por parte del titular del Ejecutivo en tres de sus conferencias de palacio.
El lunes pasado, sólo dos de los seis integrantes del Trife estaban dispuestos a respaldar el reclamo de la oposición, Reyes Rodríguez Mondragón y Janine Otálora, pero, finalmente, el aval a la elección presidencial y al triunfo de la candidata de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y rémoras fue unánime.
Las presiones desde Palacio Nacional son insoportables y terminan por doblar al más valiente, porque si alguno se atreve a contradecir las órdenes del señor que presume austeridad pero vive como rey, se arriesga a ser maltratado y exhibido como traidor a la patria.
El tribunal está tomado por Mónica Soto, actual presidenta, y secuaces, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata Pizaña que destituyeron a Reyes Rodríguez Mondragón mediante un golpe de Estado, con el argumento de que le habían perdido la confianza.
La sexta integrante, Claudia Valle, quien fue designada de manera provisional para participar en el proceso de calificación de la elección presidencial, porque el Senado se negó a hacerlo por órdenes de López Obrador, coincidió en su totalidad con el proyecto.
Valle también es parte del clan que controla el tribunal y que está a favor de la mal llamada cuarta transformación.
Apenas ayer, el Trife concluyó de revisar las impugnaciones de todos los partidos participantes en las elecciones del 2 de junio y, una vez que queden firmes las diputaciones y senadurías por mayoría relativa, el INE deberá hacer el reparto de las de representación proporcional, que se discutirá el 23 de agosto para que se lleve a cabo la instalación del Congreso, en vísperas del cambio de gobierno, previsto par el último día de septiembre.
EN EL INE TAMBIÉN
Guadalupe Taddei Zavala, presidenta del INE, es parte del equipo lopezobradorista.
Basta recordar cómo el clan Taddei domina Sonora.
En octubre de 2014 fue elegida presidenta del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Sonora por siete años y hoy dirige al instituto que tiene en sus manos el reparto de diputados y senadores que darán la mayoría calificada a Morena y sus aliados, sin importar la ya multicitad sobrerrepresentación.
La decisión es fundamental, porque significa que Morena tenga en sus manos la posibilidad de reformar la Constitución cómo y cuando se le antoje, sin importar que la democracia y el país vayan de por medio.
Taddei tiene al menos a ocho familiares en cargos públicos ligados al lopezobradorismo.
Guadalupe Taddei es prima de Jorge Taddei Bringas, superdelegado del gobierno de Andrés Manuel en Sonora y es tía segunda de Pablo Taddei Arriola, director de la paraestatal Litio Mx.
¿Lo ve?
Llegó en lugar de Lorenzo Córdova Vianello, al concluir el periodo de éste al frente del instituto.
Así el negro panorama para México y para la democracia, de por sí incipiente y débil.
Taddei y compinches, todos sembrados por Andrés Manuel ahí precisamente para esto, dirán que se actuó conforme a la Constitución para darle los números que quiere el autoritario nacido en Tabasco.
Vámonos:
Manuel Bartlett Díaz quedará impune.
El todavía becado en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cerebro de la caída del sistema en 1988 a favor del PRI, posee una fortuna que no ha justificado y que atribuye a sus hijos, León Manuel Bartlett Álvarez y Alejandra Bartlett Álvarez, y a su pareja, Julia Abdala.
Dejará el cargo en septiembre y se irá a disfrutar lo que le quede de vida multimillonario y corrupto.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex