TLALNEPANTLA, Méx.- De acuerdo a la empresa calificadora Fitch Ratings, por segundo año consecutivo, el municipio de Tlalnepantla subió su calificación de la calidad crediticia de estable a positiva, resultado del buen manejo de las finanzas públicas, informó la alcaldesa Denisse Ugalde Alegría.
En el reporte del mes de marzo, Fitch Ratings destaca que esto obedece a un fortalecimiento mayor en su posición de liquidez, que se refleja en una reducción del pasivo no bancario y aumento de recursos en caja, así como la continuidad de una política prudencial de endeudamiento de largo plazo y un ahorro interno que permite dar sostenibilidad a la deuda y realizar inversión.
La empresa calificadora considera que el municipio presenta fortalezas como un nivel de endeudamiento directo bajo y con una alta sostenibilidad en el largo plazo, una capacidad recaudatoria fuerte, una generación elevada de ingresos fiscales ordinarios y una posición de liquidez mejorada.
Así también, no se tienen contingencias en materia de pensiones y jubilaciones, además de que hay una relevancia económica en el contexto estatal y nacional.
Este reporte establece que la calidad crediticia está limitada por un gasto operacional creciente presionado por una política social activa y un reforzamiento de acciones encaminadas a atender la seguridad pública y en menor medida por contingencias relacionadas con el organismo de agua potable OPDM.
Entre los factores revisados por Fitch Ratings, la agencia considera que Tlalnepantla presenta un factor de deuda y liquidez clasificado como fuerte con una tendencia estable, ya que por un lado, el nivel de endeudamiento es bajo y se ha contenido.
De acuerdo al reporte, Tlalnepantla no cuenta con créditos de corto plazo ni cadenas productivas; en 2017 no se contrató deuda adicional y para 2018 tampoco se contempla hacerlo, por lo que la empresa calificadora estima que el nivel de endeudamiento continúe a la baja.
En lo que respecta a la liquidez, el municipio mejoró su posición tanto por el tamaño del pasivo no bancario como por los recursos disponibles en caja al cierre del ejercicio fiscal.
Dicho informe resalta que durante el 2017, el pasivo no bancario se redujo de 447.3 millones de pesos a 271.0 millones y la caja aumentó a 363.6 millones de pesos.