Transmutaciones en el autobús de la gaseosa caótica eléctrica de la Ciudad Amurallada
Ahí estaba el Guitarrista Fantasma, caminando, tropezando y levantándose, no había de otra en la vidorria de la vida la muerte y el amor, se había dado en la cabezota y empezó a manar un hilillo de moronga, que le embardunó la frente y lo transfiguro en el Hellboy de Marvel, cual diablo rojo del Toluca o el chamuco domeñado por San Miguel Arcángel, como pudo se incorporó y ahí leyó en la barda había una leyenda: “Si no hay justicia para el pueblo que no tenga paz el gobierno, Zapata” el barrio esta rudo pensó el Tenoch, y siguió su camino hasta una gasolinera, por donde luego se refinaba unas quekas de campeonato y unos de cabeza de rechupete, entro donde luego llego darse un jalón cuando andaba de sacalepunta al barrio y que siga el vacilón, se lavó la cara, se aliviano se miró al espejo y pensó, que igual no todo estaba perdido para él, la malafacha no podía disimularla con los ojos rojos pero con la frente en alto, seguía respirando, con el corazón palpitando y la salvaje sangre circulando por su venas, igual se presentaría algo que lo hiciera vibrar, habría como siempre lo impredecible para el Guitarrista Fantasma en la noche que ya se anunciaba con el horizonte y los rojos encendidos del ocaso, agarró fuerzas de sus pasado y llego a la parada del transporte público, donde el olor de los pollos rostizados hicieron que las tripas le rechinaran y reclamaran el bastimento, pero ya estaba el autobús de RTP, venía semivacío, se paró y subió donde encontraría un bálsamo a su tormentosa alma que no tenía sosiego desde hacía tiempo.
Pidió permiso para cantar al chafirete, unas rolitas mi chof, pásale carnal, ese mi rascatripas a ver si cierto recibió como bienvenida, mientras pago el estero que traía una rola de La Matancera de Cuba. El Tenoch empezó a rasgar las cuerdas de la de Paracho, Michoacán que ¡ayy ojón!, dentro de sus ser sintió algo inexplicable, una honda sensación de paz se filtró por todos los poros de su traqueteada humanidad, sentía los latidos de sus corazón y hasta como levitaba y los usuarios del RTP levantaron la cabeza, se irguieron como si hubieran recibido un rayo fulminante, esa melodía que salía de la lira del Guitarrista Fantasma, era la del concierto de Aranjuez, perfectamente interpretada, que ay ojon, ni el Guitarrista Fantasma se la creía, después de que anduviera de mala vida con puro insepulto se sintió vivo, por unos minutos, luego con una voz que no era la suya, se le había ido el timbre aguardentoso sacó de su ronco pecho algo casi inaudible !”YO SOY un ser de luz y energía, viviendo una experiencia humana/ “Yo SOY un ser de fuego violeta y sólo ante su luz me inclinó/” YO SOY la resurrección y la vida! Poderosa llama violeta, rodéame con tu luz y ámame/ demando ser invencible contra toda maldad para siempre!!yeyeeeeee uuuuuuuu aaaaaaaahhh!
Una viejecita que en cuanto subió el Tenoch al autobús agarro su bolsa de mandado con todas sus fuerzas, le preguntó ¿qué es lo que cantas mi hijito pareces que cantas como los mismos ángeles? es su corazón jefecita quien escucha lo que trae dentro, respondió mientras unos cabezones que venían medios crudos, se repusieron de la briaga e iban ya bien jaibos y atentos; un bebecito le sonreía la Tenoch, era como una película que ya antes había visto en sus recuerdos, la serenidad y la felicidad que se había esfumado de aquellos barrios, hasta las moscas se habían aplacado dejado de zumbar y molestar a los que iban dormidos, una jovencita cerraba sus ojitos de apipizca, traslucía una paz, en meditación y oración, parecía un angelito, mientras un viejo barbudo se quitó hasta el sombrero y las chinguiñas para atisbar quien era aquel cancionero nada común por el circuito transurbano del caos y la perdición de la Ciudad amurallada, el chafirete hacia las paradas de manera educada, iba veloz pero con seguridad, la urbanidad circulando a toda máquina, que todos ya pensaban se me hace que me sigo en el autobús de la gaseosa eléctrica felicidad. Esta sensación ni un churro de mota me lo da pensó un mariguano que iba a su jale, que se chingue el maestro y la obra, oye carnal síguele rasgando a esas cuerdas… Pero los momentos chidos no duran, ya iban a cruzar las vías por el Chedraui- Tenayucan donde según dan más barato, pero puras pinches mentirotas, cuando comenzó lo bizarro del Tenoch, bueno amigos y amigas yo sé que no soy un artista consumado, que aunque ya me presente en el Palacio de Bellas Artes, a la entrada por supuesto, gracias al Rayo violeta que transmuta la vida de los insepultos y muertos en vida dando un poquito de lo que he recibido, bueno espero les haya gustado el show, pero con lo que gusten cooperar con una moneda que no afecte su economía, para echarme un taco que aunque ya estoy acostumbrado a no comer, pero luego de repente me da una jaira que parezco lobo, se empezó a descomponer en su discurso, mensaje el Tenoch , cuando que le empiezan a brillar los cobres que ¡ay güey! pero lo que brillaba era la buena voluntad que luego aparecía en los mutantes que pervivían en aquel espacio de la guerra molecular de alta intensidad del Supremo Gobierno, y hablando de lacras, dicen que la felicidad dura un instante el camión enfrenó que zangoloteo a los pasajeros cuando un camión de valores de los de la Cotrem de los que traen un Pegaso como insignia y unos bestias al volante se le cerro a la malagueña, que hizo que se fuera de hocico el Tenoch y fue a dar al regazo de la bella durmiente y ¿ahora tú quién eres? a lo que la respuesta fue inmediata yo soy el Tenoch el Guitarrista fantasma para servir a Dios y llevarte serenata linda morena, ¡bueeno bueno, luego te contrato que me vienes apachurrando! y que le da un quedo que le sonó su cabeza de alcornoque al músico música, cuando que suben dos pelafustanes que pudieron en alerta al Guitarrista Fantasma, ya valió, pensó y ahora que estoy de sublime, los reconoció de inmediato eran unos vatos que andaban de ratas, por dondequiera se los topaba en, y que a la de sin susto soltaron su odio ¡ya valió hijos de sus pelona, así que suelten los valores si no quieren que se los cafeteen en unas horas con unos hoyotes en la panza, su cabeza o donde quieran! y que sin ningún miramiento violentamente empezaron a arrebatar, bolsas, monederos, joyas carteras, al Tenoch le arrebataron la coperacha que lo habían rayado y mientras alguien soltaba el llanto y no se dejaba soltar la prenda ¡no ni madres chinguen a su madre pinches rateros! y que suenan unos plomazos que dejaron sordos, y fríos a los pasajeros mientras todo se revolvía , las emociones, el miedo, el terror y el ultraje se mezclaron, haciendo un nudo en el estómago, haciendo que la cabeza explotara, en un santiamén, cuando el Tenoch vio una luz violeta refulgente que pensó, que de nuevo ya le lo llevaba San Pífas, de rebote de donde lo habían exiliado, pero esa es otra historia…..a