NAUCALPAN, Méx.- Naucalpan es un lugar ideal para hacer un paseo ecológico- cultural en familia, en el que se puede incluir una caminata por el bosque, comer una rica barbacoa o cualquier tipo de antojito, y visitar la Basílica dedicada a la Virgen de los Remedios.
Además del templo construido en el Siglo XVI, en el Santuario de la Virgen de los Remedios, se pueden apreciar dos obras monumentales de la pasada centuria y ver cómo surcan el aire los Voladores de Papantla.
En el bosque de Naucalpan
Hace cinco siglos esta zona arbolada era habitada por los otomís, hoy el Bosque de Los Remedios es uno de los pocos pulmones que nos quedan en esta megalópolis. Fue declarado como Parque Nacional en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas del Río y contaba con una extensión de más de 400 hectáreas, de las cuales hoy sólo tiene alrededor de 100 debido a la invasión de la mancha urbana.
Aún así, bosque adentro, uno puede olvidarse que está en medio de una ciudad y perderse entre los cientos de eucaliptos que llegan a alcanzar los 20 metros de altura, en su mayoría fueron plantados en la década de los 50 del siglo pasado, como una política forestal del gobierno federal.
También podemos encontrar encinos, que es la especie nativa de la región, pinos y fresnos. En lo que se refiere a la fauna, en los últimos años se han visto varios ejemplares de cacomixtles, que es un mamífero carnívoro de la familia de los prociónidos, a la que pertenecen los mapaches.
El Bosque de los Remedios cuenta con tres secciones, La Hoja, Los Campos y La Presa. La primera de ellas, es la más visitada por las familias y la más cercana al centro de Naucalpan, cuenta con un andador para correr o hacer caminata. La segunda, es un área básicamente de preservación y La Presa, es utilizada por algunos propietarios de caballos para pasearlos.
De La Hoja, basta subir un poco por avenida Morelos, hasta la Calzada de los Remedios, para encontrar, marcada con triple arco, la entrada al estacionamiento del Santuario de la Virgen.
De España para México
Según el historiador, Gustavo Casasola, en Seis Siglos de Historia Gráfica de México, la figura de la Virgen de Los Remedios llegó a tierras mexicanas el 18 de febrero de 1519, en manos de Juan Rodríguez de Villafuerte, capitán de uno de las embarcaciones del conquistador Hernán Cortés. Dos meses después de su llegada, el 21 de abril, ella preside en Veracruz la primera misa que se celebra en nuestro país.
De acuerdo con autores como Fray Luis de Cisneros e Ignacio Carrillo Pérez, luego de la derrota de la Noche Triste, el 10 de julio de 1520, Hernán Cortés y lo que quedaba de su ejército, se refugian en el cerro de Otomcapulco (hoy Los Remedios), donde son acogidos por los otomís.
Antes de reorganizarse para continuar su propósito de tomar Tenochtitlán, Rodríguez de Villafuerte esconde la imagen en un adoratorio indígena. Veinte años más tarde, es encontrada en la oquedad de un maguey por un el cacique indígena de San Juan Totoltepec que se había convertido al catolicismo, Juan Tobar o Juan Águila por su antiguo nombre náhuatl Ce Cuautli (un águila).
Es en este preciso lugar donde se construye 1550 la ermita a la Virgen de los Remedios y de 1574 a 1575, sobre las ruinas de la ermita, el templo, el cual tuvo una importante modificación en 1628 cuando se le agrega el crucero, las bóvedas y la cúpula. 476 años después podemos leer en una placa colocada en el piso de la iglesia: “Este es el verdadero paraje de la aparición en el magey”.
San Miguel Arcángel, el protector.
Al llegar a la Basílica de Los Remedios por la entrada sur, que llega al estacionamiento, lo primero que uno observa es la escultura de San Miguel Arcángel, que corona la capilla abierta compuesta por una fuente monumental y un anfiteatro, en honor al Jefe del Ejército Celestial que protege el Santuario.
La escultura es obra de Federico Mosqueda Fuentes, quien la creó en 1950 por encargo del párroco del templo, monseñor Eleuterio Flores, años antes, en 1943, también ordenó la construcción del Conjunto Monumental Cristo Rey, que se puede observar fuera del atrio del templo.
En el atrio, se levanta un mástil desde donde los domingos y días festivos, descienden los voladores de Papantla, en un ritual profano de fertilidad, que incluye danza y la música de una pequeña flauta y un tambor.
Uno de los puntos de mayor interés dentro del templo, es el Camerín de la Virgen, que se encuentra detrás del altar. Para llegar a él, hay que cruzar la Pila de los Apósteles con cuadros de los doce discípulos de Jesús, y el salón donde se encuentran los siete cuadros que pintó en 1595 el Alfonso de Villasana, donde se describe la historia de la Virgen de los Remedios.
Una vez concluido el paseo ecológico cultural, le recomendamos salir por la puerta norte, que da al Pueblo de Los Remedios, en donde podrá encontrar algunos pequeños restaurantes y puestos de comida, encontrará barbacoa, pambazos, enchiladas, en fin, casi de todo, para darse un festín.