CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Los escritores Sergio Ramírez, Santiago Gamboa y Gonzalo Celorio, amigos del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez (1927-2014) celebraron esta tarde los 50 años de “Cien años de soledad”, un libro toral no solo para América sino para la lengua española, que cambió el estilo literario y la forma de escribir.
La también escritora Rosa Beltrán dio la bienvenida a los invitados y al público que esta tarde se reunió en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (CCU) y a manera de introducción se proyectó un video de cuando el libro cumplió 40 años, en el que se escuchan palabras del autor y de otros escritores, entre ellos, Emanuel Carballo, Claudio Isaac, Carlos Monsiváis, David Martín del Campo.
Al tomar la palabra, Gonzalo Celorio se refirió a lo afortunado que es tener una primera edición de esa obra, y recordó la primera vez que lo leyó. Esa primera edición no tenía la leyenda de Primera Edición, porque seguramente los editores no imaginaron que estaba destinada a alcanzar la gloria más allá de sus fronteras físicas y la barrera que a veces impone el idioma.
Con “Gabo”, dijo, la novela latinoamericana alcanzó otea dimensión, pues no usó la micro historia de una población, sino que creó un macro cosmos. “La incorporación de elementos que inicialmente pertenecen a la fantasía, dice más que si el escritor se hubiera ceñido a la realidad”, estimó el escritor y promotor cultural. Ante un puñado de asistentes, seguidores de la trayectoria de Gabriel García Márquez.
A lo largo de “Cien años de soledad” se van borrando las fronteras entre la realidad y lo fantástico, hasta el punto de que nadie sabe dónde termina la una y dónde comienza lo otro. Ya son 50 años de la incidencia de esta obra que como lectores, creó a millones de habitantes de Macondo. Y en muchos de ellos, hizo nacer la necesidad de escribir.
En su oportunidad, Santiago Gamboa destacó que en este aniversario de medio siglo se pregunta de qué forma será leído este libro dentro de 50 años, pues en este momento, que ha sido visitado y adoptado por los lectores de cuatro generaciones, cada una de ellas lo ha hecho de manera distinta, porque cada una de ellas ha vivido un tiempo y un espacio distinto.