SIRIA.- El director ejecutivo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Anthony Lake, confirmó ayer que 68 menores de edad murieron el sábado en un atentado terrorista contra un convoy de evacuados en la provincia siria de Alepo, que dejó un saldo de al menos 126 muertos.
En un comunicado, Lake describió como “un horror que debe romper el corazón de cualquiera que tenga corazón” el ataque de ayer en la zona de Al Rashidín, al oeste de la ciudad de Alepo.
Recordó que los menores fallecieron en un ataque contra una caravana de autobuses que transportaba a familias, que “desde hacía tiempo sabían lo que es sufrir”.
“Ahora, los supervivientes deben soportar una nueva y terrible pérdida”, apuntó Lake. “De esto no solo debemos sacar ira, sino una determinación renovada para alcanzar a todos los menores inocentes de Siria con ayuda y consuelo”, señaló y subrayó que hay que tener esperanza en que “quienes tengan corazón y la capacidad de acabar con esta guerra lo hagan”.