TOLUCA, Méx. Las políticas públicas para brindar formación profesional a grupos cada vez mayores de jóvenes deben estar acompañadas de estrategias individuales y colectivas que ofrezcan la posibilidad de utilizar esta formación desde el punto de vista económico y personal, es decir, que se convierta en un medio de socialización y mayor productividad.
Así lo señalaron los profesores universitarios Sergio Miranda González y María del Carmen Salgado Vega, quienes destacaron que la situación de crisis que viven las economías confirma que el tema del empleo tiene que ver con la realización de inversiones que generen puestos de trabajo.
Al referirse a las políticas de empleo y formación para los jóvenes ante los retos de la crisis, destacaron que las políticas públicas de reciclaje formativo o de nueva capacitación para la integración a otros empleos no dejan de ser un paliativo.
La crisis actual de la economía global y particularmente, la crisis en economías con dificultades estructurales para la creación de empleos y elevados niveles de desempleo, dijeron, reconocen señalamientos como el de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al vislumbrar la necesidad de un plan mundial por el empleo de carácter urgente.
Sin embargo, sostuvieron Miranda González y Salgado Vega, los actuales paquetes de estímulos están fuertemente orientados hacia el rescate financiero y las infraestructuras y no hacia la creación de empleo y la protección social.
“Los paquetes de estímulo destinados a la economía real son cinco veces menores que los consignados al rescate financiero”; sólo algunos países, sostuvieron, han anunciado iniciativas dirigidas al mercado de trabajo y los recursos que estos países destinan a dichas medidas son relativamente limitados.
Por ello, concluyeron los académicos universitarios, el proteccionismo comercial reduciría aún más la demanda global y harían más severa la deflación de los salarios y el debilitamiento de los derechos de los trabajadores, es decir, no sólo agravarían la crisis global, sino que serían vistos como algo injusto y empeorarían la crisis social.