CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- El escritor mexicano Juan Rulfo (1917-1986) vivía en el mundo de los libros, podía encontrar el tema de una obra en una persona, se transfiguraba, se convertía en otro y se aislaba, aseguró el arquitecto y director de la Fundación Juan Rulfo, Víctor Jiménez (1945).
Durante la presentación del libro “Ladridos, Astros y Agonías. Rilke y Broch en el lector Rulfo” en la Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el promotor recordó al Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1983, como un hombre que en cuanto encontraba el tema con un lector no había manera de desprenderlo de él.
El ejemplar editado por RM es un texto inédito en el que Jiménez analiza las relaciones que Rulfo estableció con los autores austriacos Rainer María Rilke (1875-1926) y Hermann Broch (1886-1951).
“En particular me interesa destacar la lectura que hizo Rulfo sobre una gran novela de mediados del siglo XX: “La muerte de Virgilio”, de Hermann Broch, que sigue vigente y en la que se hace un recorrido de las últimas 24 horas de vida de poeta romano”, dijo Jiménez.
Destacó que a nivel temático “hay temas de esta novela en muchos de los cuentos que escribe a partir de 1946, cuya primera edición leyó Rulfo; mientras que al tratamiento literario hay temas tomados de Broch sobre la presencia de los astros tanto en ‘La muerte de Virgilio’ como en ‘Pedro Paramo’”.
Comentó que entre los temas abordados por Broch destaca la agonía del propio Virgilio donde observa a gente que ya está muerta, “va por un proceso que termina incluso con la mineralización de su cuerpo, él mismo se convirtió en algo pétreo, lo cual resulta familiar a los lectores de Rulfo”.