TOLUCA, Méx.- Durante estas vacaciones de verano, la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (Coprisem) supervisará la calidad del agua en más de 100 sitios acuáticos de esparcimiento para garantizar la salud de los mexiquenses.
El secretario de Salud, César Gómez Monge, informó que las acciones corresponden al operativo “Verano Saludable 2016”, en el que verificadores sanitarios visitarán más de 100 sitios turísticos en la entidad, como parques acuáticos, balnearios, albercas y fuentes, con el objetivo de verificar que la cloración del agua sea la adecuada.
Además garantizarán que los sitios de esparcimiento cumplan con las especificaciones de la Norma Oficial Mexicana NOM-245-SSA1-2010; por lo que supervisarán que el agua no esté contaminada con microorganismos que puedan infectar a los visitantes y que cuenten con las condiciones de seguridad necesarias.
“Supervisaremos que los lugares cuenten con una correcta señalización en los cambios de profundidad de la alberca, que existan tapetes antiderrapantes, personal capacitado en primeros auxilios. Cada año realizamos este operativo y hemos tenido muy buenos resultados”, añadió.
Entre las acciones que se realizan en estos lugares están el análisis de la calidad del cloro, revisión de acidez del agua, existencia y actualización de bitácora de mantenimiento de las piscinas, entre otras.
Por su parte el titular de la Coprisem, Miguel Ángel Ordoñez, refirió que dichas verificaciones a estos espacios se realizan durante todo el año de manera aleatoria; sin embargo, en temporadas vacacional se intensifican las visitas de un grupo de verificadores del área.
“Estas revisiones aumentan durante esta temporada, pues las familias buscan lugares de distracción, esparcimiento y por el clima se les antoja ir a nadar. Nosotros debemos garantizar y cuidar de su salud”, dijo.
Ordoñez señaló que para este periodo vacacional el operativo se incrementará en los municipios de Valle de Bravo, Malinalco, Ixtapan de la Sal, Tonatico, Tenancingo, Toluca y Lerma, entre otros, en donde se pretende revisar el agua de al menos 100 lugares turísticos.
Las irregularidades más frecuentes encontradas en estos sitios fueron: falta de bitácoras de limpieza y mantenimiento, parámetros de pH y cloro fuera de norma o sin registro, carencia de letreros alusivos a los hábitos higiénicos y de reglamento interno para usuarios; entre otras.